Los estilos de vida de niñas, niños y adolescentes en España se han deteriorado de manera alarmante en los últimos años, según revela el nuevo estudio longitudinal PASOS 2022-2025 de la Gasol Foundation. Presentado en Barcelona por Pau Gasol, leyenda de la NBA y presidente de la fundación, junto a la ministra de Sanidad, Mónica García, el informe muestra un aumento preocupante en el tiempo frente a pantallas, una caída en la actividad física, una peor alimentación y un creciente malestar emocional entre los jóvenes. La información fue dada a conocer por el portal SINC.
El estudio, pionero en España por seguir a una misma cohorte a lo largo del tiempo, ha analizado durante tres años y medio a 701 participantes de entre 10 y 22 años, de un grupo original de 3.800 evaluados entre 2019 y 2020. Los resultados son contundentes: el uso de pantallas ha crecido en 11,3 horas semanales, equivalente a 25 días al año, lo que expone a los menores a publicidad de productos malsanos. Además, la actividad física moderada o vigorosa ha disminuido en 18 minutos diarios, la adherencia a la dieta mediterránea ha caído casi 11 puntos porcentuales y la calidad del sueño, especialmente en fines de semana, ha empeorado.
Si bien los datos corresponden a España, sus resultados son extrapolables a otras regiones.
Uno de los hallazgos más preocupantes es el incremento del malestar emocional. Entre 2022 y 2025, un 35,6 % de los evaluados reportó sentirse preocupado, triste o infeliz, casi el doble del 18,3 % registrado en 2019-2020.
“Estas personas están en riesgo de desarrollar problemas de salud mental en el futuro”, advierte Santi F. Gómez, director global de Investigación y Programas de la Gasol Foundation. Gómez subraya que, aunque es esperable cierto deterioro en los hábitos durante el crecimiento, “la magnitud de estos cambios es alarmante”.
El estudio también destaca que los menores con un peor coeficiente cintura/talla (C/T), un indicador de riesgo cardiometabólico, ya mostraban en 2019 hábitos menos saludables: menos ejercicio, más pantallas, peor sueño, alimentación deficiente y mayor malestar emocional. Gómez señala que los resultados podrían subestimar la realidad, ya que los participantes seguidos tienden a pertenecer a un nivel socioeconómico más alto, mientras que las familias más vulnerables son más difíciles de rastrear debido a cambios frecuentes de domicilio o contacto.
Pau Gasol, cuya fundación lucha contra la obesidad infantil desde 2013, hizo un llamamiento a la acción colectiva durante la presentación. “Es un esfuerzo de equipo que requiere la implicación de toda la sociedad”, afirmó, rechazando enfoques individualistas que estigmatizan la obesidad infantil. Gasol pidió transformar los entornos de los menores para facilitar elecciones saludables, incorporar el coeficiente C/T como indicador complementario al IMC en la práctica pediátrica y regular el uso excesivo de pantallas en la infancia.
La ministra Mónica García respaldó estas demandas, agradeciendo a Gasol su compromiso con “un proyecto transformador”. Recordó que la obesidad es solo “la punta del iceberg” de un problema más profundo, ligado a desigualdades sociales y a las dificultades de las familias vulnerables. García destacó el Protocolo General de Actuación del Plan Estratégico Nacional para la Reducción de la Obesidad Infantil (PENROI), firmado en febrero con la Gasol Foundation, que incluye 200 medidas para garantizar entornos saludables para todos los niños, independientemente de su origen.