Los buenos vinos van más allá del carácter que les imprimen la o las variedades de uva que los componen, porque otros factores se perciben en las copas. Por un lado, el clima de la añada, ya que determina cómo se dio el ciclo de madurez de la uva, condicionando las decisiones del hacedor. Por el otro, el entorno, que es mucho más que el suelo y sus nutrientes. Por eso se está volviendo al pasado, dejando atrás el concepto de la vid como monocultivo, prolijo y homogéneo. La tendencia es recuperar la biodiversidad del viñedo, en busca de más carácter de lugar. ¿Cómo? Muy sencillo. Plantando otras especies entremezcladas de frutales, por ejemplo. También de flores y de gramíneas entre las hileras, ya que no solo favorecen la proliferación de insectos, sino que nutren más los suelos. Todo esto genera un ambiente vivo, de insectos y animales que promueven un ciclo virtuoso y natural. A esto hay que sumarle el paisaje que rodea a las viñas, ya sea un valle, una planicie desértica o un viñedo de extrema altura. Cada uno de esos lugares posibilita a los hacedores condiciones únicas que, si logran embotellarlas, habrán conseguido vinos únicos, más allá del estilo elegido. Esto permite poder describirlos en forma genérica, de acuerdo con el entorno del cual provienen. Los vinos de zonas bajas y desérticas serán amplios en boca, generosos en sus expresiones y amables en sus texturas. Los que nacen en valles fríos, serán frescos y equilibrados, con texturas delicadas. Y los de alta montaña, se sentirán más salvajes y vibrantes en su paso por boca.
MINI GUÍA DE VINOS
TRAPICHE RESERVA MALBEC 2023
Bodega Trapiche, Mendoza ($11.000)
Puntos: 89
Es uno de los Malbec más representativos, por cómo se exporta –es el estandarte de la bodega como Sponsor Oficial del Inter de Miami de Lionel Messi– y por cómo está concebido. Combinando uvas de distintas regiones de Mendoza se logra un carácter de fruta roja típica, con frescura y gracia, matizada en el final de boca por su crianza en roble francés y americano a lo largo de doce meses.
PYROS PEDERNAL VALLEY MALBEC-CABERNET 2023
Pyros Wines, San Juan, Valle de Pedernal ($12.500)
Puntos: 90,5
Con nueva imagen, llega este flamante blend de Malbec (viñedo Pyros) y Cabernet Sauvignon (viñedo El Durazno) que refleja muy bien el carácter de ese valle de altura sanjuanino. De aromas expresivos, con notas de frutas de baya con toques herbales. Su paladar es fresco y fluido, con taninos incipientes que aportan profundidad al trago. Ideal para acompañar carnes rojas a la parrilla.
LA FLOR CHARDONNAY 2024
Pulenta Estate, Mendoza, Luján de Cuyo, Agrelo ($15.000)
Puntos: 90
Elaborado con uvas del viñedo de Agrelo, plantado en 1992, el enólogo Javier Lo Forte y su equipo logran un blanco de aromas no muy expresivos, pero sí equilibrados. En boca refleja de dónde viene, por amplitud y mensaje. Hay un corazón de frutas blancas, con buen nervio en su paso por boca y eso le da carácter. Y lo convierte en una muy buena alternativa para disfrutar seguido en casa.
TIPS CONSUMO
La copa es uno de los factores más importantes para lograr un mayor disfrute del vino. Porque está pensada para hacer lucir el vino. Por algo existen diseños para cada tipo. El pie de apoyo es importante, el tallo también, para poder agarrarla sin que la temperatura de la mano modifique la del vino. Y el cáliz, para apreciarlo mejor. Las de vino blanco y rosado son más pequeñas que las de vinos tintos, porque mantienen mejor la temperatura. Pero las formas están muy bien pensadas. Si el vino es más ácido, la copa hará que el trago ingrese por la punta de la lengua, donde se percibe más el gusto dulce. Así, se sentirá más equilibrado. Por el contrario, las copas para vinos menos ácidos tienen boca más ancha, para que el vino rodee la lengua, ya que a los costados está la mayor cantidad de papilas gustativas que detectan los ácidos. A esto se le suman diseños y materiales, siendo el cristal el mejor, ya que su fineza permite sentir el vino en los labios incluso antes de que ingrese a la boca.