Atardece en el parque, sembrado de familias con mate y grupos de chicos que posan para selfis. Sentados a la sombra, los padres de Nico le insisten en que busque โotros chicosโ, que para eso fueron, pero รฉl sigue haciendo cรญrculos con su bicicleta. De pronto una frenada los cubre de polvo. Es Ramiro, desconocido hasta entonces, que llegรณ resuelto a proponer amistad.
-ยฟVenรญs? – pregunta. Sorprendido, Nico mira a sus padres.
-Paseamos por acรก nomรกs, con mis hermanos- aclara sonriente.
La madre lo anima y, sin mรกs, parten en busca de los dos mayores.
Eligen un circuito y se lanzan al pedaleo. Luego de varias vueltas, Nico y Rami se cansan; dejan las bicis y eligen un sitio con pasto.
-ยฟCรณmo es tener hermanos? -dispara Nico.
-Masoโฆ molestan, se burlan, tenรฉs que compartir todo. ยฟPor quรฉ preguntรกs, no tenรฉs hermanos?
-No, mis viejos no pudieron. O no quisieron, no sรฉ.
-Y, ยฟquรฉ tal?
-Masoโฆ ยฟPadres y abuelos que preguntan todo el dรญa cรณmo estรกs y que repiten lo importante que sos para ellos? A veces, un plomazo.
-Pero nadie te molesta.
-Ni te acompaรฑa.
-Seguro que cuando hay pollo podรฉs elegir la pata.
-Y cuando hay verduras no tengo salida.
-Yo quisiera dormir solo.
-Y yo, compartir el cuarto.
-Tendrรญas que ver el nuestro; por supuesto, para mรญ la cucheta de arriba.
-ยกPero ustedes conversan!โฆ Mi casa es muy silenciosa.
-Te invito a la mรญa a la hora del baรฑo, con un solo termotanque. Gritamos โcantรฉ priโ y terminamos a las piรฑas.
โLa tasa de fecundidad en la Argentina (nรบmero de hijos por mujer) se redujo en los รบltimos 90 aรฑos de 8,2 a 2,1โ.
-Dichosoโฆ
-Volvamos a pedalear; ยฟcambiamos las bicis para esta vuelta?
-Mmmโฆ
-Se nota que vivรญs solo. ยฟCuรกndo venรญs a casa?
-Pregunto.
-Yo nunca pregunto. Cuando voy a casa de amigos, mis viejos festejan. ยฟPrimos tenรฉs?
-Grandes, estรกn en otraโฆ Un dรญa me inventรฉ un hermano imaginario; era divertidoโฆ hasta nos peleรกbamos.
-ยกEstรกs loco! Nosotros nos matamos en serio.
-Esperรก, otra pregunta ยฟtus hermanos tienen novia?
-El mรกs grande sรญ ยกy fuma! No lo repitas porque me acogota.
-ยกMortal! Podรฉs aprender de ellos cosas como tomar, drogarse, el sexoโฆ
-ยกNoo! Mis viejos nos prohรญben todo eso. Nada que ver.
-Perdoname, me entusiasmรฉ. Serรญa genial tener hermanos por un rato.
-Serรญa genial ser รบnico por un rato
-No sabรฉs lo que decรญs.
-Vos tampoco.
La tasa de fecundidad en la Argentina (nรบmero de hijos por mujer) se redujo en los รบltimos 90 aรฑos de 8,2 a 2,1. En algunos conglomerados urbanos la tasa es menor de un hijo por mujer, condicionando una nueva (inesperada) forma de soledad infantil: la de crecer sin (o con pocos) hermanos. En muchos casos, el reparador acompaรฑamiento ocurre en las familias ensambladas -actualmente mayorรญa-, que aportan nuevos hermanos con los que coincidir u oponerse, pero que ayudan a lidiar con las relaciones que vendrรกn.
