Científicos de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) han desarrollado una innovadora lapicera con ferrofluido, una tinta con partículas imantadas que genera señales eléctricas al escribir. Este dispositivo, combinado con inteligencia artificial, podría revolucionar la detección temprana del párkinson, según un estudio publicado en Nature Chemical Engineering. La información fue replicada por el portal SINC.
La lapicera analiza los movimientos de escritura, ya sea en una superficie o en el aire, y distingue patrones en la caligrafía de los pacientes. Gracias a una red neuronal, el sistema identifica con una precisión superior al 95 % si una persona padece párkinson en sus primeras etapas, detectando irregularidades motoras características de esta enfermedad neurodegenerativa.
El equipo, liderado por el investigador Jun Chen, reclutó a 16 personas (3 con párkinson y 13 sin la enfermedad) con una distribución equitativa por sexo. Los participantes realizaron tareas sencillas, como dibujar líneas onduladas, diseñadas para ser accesibles incluso para personas con dificultades de lectura o no nativas. El lapicera registró señales eléctricas generadas por los movimientos, revelando picos menores en los pacientes con párkinson, asociados a irregularidades motoras. La red neuronal alcanzó una precisión media del 96,22 % al diferenciar entre personas con y sin la enfermedad.
Tradicionalmente, el diagnóstico del párkinson se basa en la observación de síntomas como temblores, lo que requiere personal médico especializado. Sin embargo, en regiones con pocos recursos, donde la presencia de neurólogos es escasa (entre 0,003 y 0,3 por cada 100.000 habitantes), este dispositivo podría marcar la diferencia.
Fabricado mediante impresión 3D con materiales de bajo coste, la lapicera no necesita fuentes de energía externa, ya que genera electricidad gracias a su punta magnetoelástica y la tinta de ferrofluido, que altera el flujo magnético al moverse, según la ley de inducción de Faraday.
Este dispositivo podría complementar los métodos diagnósticos actuales, facilitando la identificación temprana del párkinson, especialmente en personas no diagnosticadas. Aunque los autores destacan su potencial, señalan la necesidad de más estudios para evaluar su eficacia en las diferentes etapas de la enfermedad.