Cuando la temperatura sube, los días se alargan y el sol se vuelve más protagonista, algunos hábitos de consumo se modifican. Por eso, para seguir disfrutando de los vinos en verano hay que saber elegir bien y tener más cuidado al servirlos. Está claro que la frescura es una sensación que va mucho más allá de la temperatura de servicio de un vino, y lograrla naturalmente no es tarea sencilla para los enólogos. Sin embargo, durante los últimos años se está dando una gran evolución de los vinos argentinos, y entre todas las novedades han surgido vinos ideales para disfrutar en verano, porque son más refrescantes que los demás. Estos vinos tienen una acidez natural de entre 6 y
12 g/l, dependiendo del tipo y estilo de vino, y un pH bajo. Es decir que la acidez se sentirá marcada, pero siempre deberá estar equilibrada.
Para lograrlo, se debe partir de uvas frescas, cosechadas en su punto óptimo de madurez y con buena acidez natural. Luego, en bodega la elaboración también debe tener sus cuidados para preservar la vivacidad de la fruta, trabajando a temperaturas controladas y en tanques de acero inoxidable o vasijas de cemento. Pero más allá de las uvas y del tipo, hay técnicas específicas para lograr vinos más vibrantes en su paso por boca, y por consiguiente que puedan resaltar más su frescura. Una de ellas es la maceración en frío, ya que el contacto con las pieles a bajas temperaturas –para evitar que comience la fermentación alcohólica– permite a los mostos ganar en componentes que aportarán texturas y carácter.
TIPS
La sidra sigue siendo un clásico de fin de año. En la Argentina, el 80 por ciento del consumo de sidra ocurre durante los meses de noviembre y diciembre. Mientras que, en otras partes del mundo, como Europa, Australia y Estados Unidos, el consumo se da durante todo el año, ya que la sidra se ha convertido en una gran alternativa para los consumidores que buscan un producto natural, dulce y refrescante en las mismas ocasiones de consumo que la cerveza y otros aperitivos. Sin embargo, gracias a la aparición de nuevas marcas y nuevos formatos, la sidra se está convirtiendo en una de las bebidas elegidas del verano. Hoy, ya existen varios tipos, en distintos segmentos de calidad y tamaños de botellas (750 ml, 500 ml y 375 ml). También hay cada vez más sidras en lata, el envase más indicado para las escapadas de verano a la playa, a las sierras o a las montañas, porque es práctico para llevar y enfriar, y totalmente reciclable.
MINIGUÍA DE VINOS
SOBRENATURAL BONARDA 2020
BODEGA CHAKANA, LUJÁN DE CUYO, AGRELO
($890)
PUNTOS: 89,5
Hacer solo vino con uvas es la premisa del enólogo Gabriel Bloise en este vino, que nace en Finca Nuna, situada en Agrelo rodeando a la bodega, y que está certificada orgánica y biodinámicamente por Demeter. Sus aromas son diferentes, y su paladar frutal y herbal también. Jugoso, fluido y refrescante, con carácter y dejos de confituras en el final. Servirlo frío.
ESCORIHUELA GASCÓN GRAN ROSÉ 2020
ESCORIHUELA GASCÓN, AGRELO, LUJÁN DE CUYO
($1699)
PUNTOS: 88,5
Atractivo blend de Syrah (75%) y Sangiovese (25%), de aspecto piel de cebolla brillante. Aromas expresivos, con dejos de frutas maduras e infusiones. Paladar franco, buena acidez, agarre mordiente y la frescura que equilibra su calidez final. Es un rosado con carácter, más pensado para la mesa. Ideal en verano acompañando frutos de mar y pescados grillados.
BENMARCO SIN LÍMITES ORGÁNICO MALBEC 2019
SUSANA BALBO WINES, VALLE DE UCO
($1720)
PUNTOS: 90
Como toda la línea, elaborado bajo la visión del viticultor Edgardo Del Pópolo, llega este Malbec elaborado con uvas orgánicas. Sus aromas son expresivos y frescos. De buen volumen y paso consistente, trago jugoso con cierta concentración, pero también con bastante fluidez, taninos incipientes y un carácter de frutos negros y dejos herbales que reflejan su origen.