Si bien es cierto que en esta época muchos cambian el vino por bebidas más refrescantes, la diversidad que ofrecen los vinos argentinos en la actualidad permite seguir disfrutándolos incluso con altas temperaturas. Sin dudas, blancos, rosados y espumantes son los preferidos, porque se sirven directamente de la frapera y bien fríos. Cabe destacar que esto opaca un poco los atributos y las complejidades de los mejores exponentes, ya que el frío “anestesia” las papilas gustativas, además de bajar mucho la presión y, por consiguiente, debilitar los espumosos. Pero siempre se puede servir pasado de frío y no a la inversa, ya que el vino puede llegar a su temperatura óptima de consumo. Sin embargo, la mayoría sigue prefiriendo los tintos, y no solo con los asados que se multiplican durante las vacaciones, sino también con pescados o cualquier otra carne a la parrilla. Por suerte hoy son muchos los tintos que ofrecen expresión y concentración sin peso, lo que garantiza que se pueden servir refrescados –digamos a unos 14 grados– y ser apreciados en su plenitud. Suelen ser de cuerpo fluido, con un carácter frutal fresco y texturas vivaces, que con el frío se potencian, pero sin alterar su paso por boca agradable. Es decir que no se trata de tintos simples y livianos, sino de vinos modernos y completos, incluso con crianza en barricas, pero de esa que no se siente. A estos vinos también se los puede tener en la frapera, y no importa si se sienten algo apretados, enseguida se acomodan en la copa.
TIPS
Durante mucho tiempo, la sidra estuvo asociada solo a las fiestas de fin de año, pero ahora todo ha cambiado, porque esta bebida tan popular en la Argentina –quinto consumidor mundial con 1,9 l per cápita anual– se ha actualizado. Hoy existen nuevos formatos que potencian las ocasiones de consumo, pero también nuevas alternativas con el foco no solo en la diversidad de opciones, sino en una mejor calidad. Partiendo de manzanas seleccionadas y con una fermentación más cuidada, ya existen sidras secas (además de la clásica dulce) y también saborizadas naturalmente con hierbas, especias y vegetales (cardamomo, pepino, hibiscus, jengibre, etc.). Su contenido alcohólico es similar al de la cerveza y prometen revolucionar el consumo con estas nuevas alternativas. Se sirven en vaso, con hielo y algunas con rodajas de limón, resultando tan refrescantes como agradables para beber en distintas situaciones.
MINIGUÍA DE VINOS
Elegido Malbec 2020
Bodega Norton, Luján de Cuyo, Mendoza
$220
Puntos: 88
Esta nueva línea de vinos varietales llega al mercado con la intención de conquistar paladares inquietos que buscan vinos amables y frescos. Y si bien cada uno posee buen carácter varietal, el Malbec es la estrella, con sus aromas elocuentes a frutas rojas y su paso ágil. Con taninos incipientes y un final especiado. Ideal para acompañar carnes y pastas.
Zunzun Naranjo 2020
Lamadrid Wines, Luján de Cuyo, Mendoza
$600
Puntos: 88,5
A partir de uvas Sauvignon Blanc que fermentan con sus pieles durante tres meses, la enóloga Angelina Yáñez logra un vino llamativo tanto por fuera como por dentro. De etiqueta colorida y aspecto nublado, sus aromas son intensos y su paladar muy refrescante. Con un carácter frutal y unas texturas vivaces que aportan gracia a cada trago. Ideal como aperitivo.
Pascual Toso Alta Cabernet Sauvignon 2017
Bodegas Pascual Toso, Barrancas, Mendoza
$1699
Puntos: 91
De aromas expresivos y también equilibrados. Se lo siente joven, con buen carácter varietal muy apoyado en la fruta con buena madurez. También hay algo especiado y jugoso en su trago, con taninos firmes, pero amables. Voluptuoso y franco, con la madera muy bien integrada (14 meses de crianza en roble francés). Un tinto importante para lucir en la mesa o guardar.
