Contento con el resultado, Florián cuenta que se propuso, tanto en la música como en la lírica, encontrar la forma más auténtica para lo que quería transmitir. “Hubo mucho tiempo hasta llegar a esas palabras, esos sonidos y melodías con los que me sintiera cien por ciento representado y, también, hacer algo que fuera novedoso para mí, para poder expandir el mundo propio y no caer en lo que ya he hecho”, comenta. Por eso, confiesa: “Lo que más me gustaría es que pudieran prestar atención a las letras y ver qué les disparan. Si pueden tomarse el tiempo para escucharle de punta a punta, lo agradezco”.
Tras la presentación oficial en Buenos Aires, se quedó con ganas de seguir mostrando las nuevas canciones. “Disfruto mucho del estudio, pero también me puede poner más neurótico querer llegar al resultado que me estoy imaginando en mi cabeza. En cambio, todo lo que pasa en el escenario, pasa y pasó. Me gusta la chispa del vivo, todo lo que se va resolviendo de manera espontánea, el diálogo con los instrumentos y con la gente que lo está viendo, me parece un momento mágico”, revela quien fue guitarrista de Los Fabulosos Cadillacs, la banda que lidera su papá, Vicentico.
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Cecilia, de Chechi de Marcos.
DE FÁBRICA
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