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Guiso de lentejas

“De sus orígenes poco se sabe, solo que es un misterio y que es perfecto para esos días fríos en los que da placer quedarse en casa y el cuerpo pide comidas calóricas. Lo que sí sé con certeza es que es una de las comidas favoritas de mi viejo, quien me enseñó que si se acompaña con una copa de tinto y se comparte con amigos, todo cobra un poco más de sentido. Esta receta me la pasó él, por teléfono, a la distancia, uno de esos días en los que se extraña el calor de hogar, la familia y los amigos, y recrear ciertos rituales desmaterializa las distancias”.   

Valentina Cardozo (ciudad de Buenos Aires)

Ingredientes 

  • 500 g de lentejas
  • 1 cebolla
  • 2 papas medianas
  • 1 zanahoria grande
  • 200 g de panceta (entera)
  • 1 chorizo colorado (puede ser un poco más)
  • 500 g de salsa de tomate
  • 1 litro de caldo
  • Sal, pimienta, pimentón y ají molido a gusto

Preparación

Si sabemos que vamos a preparar este guiso, hay que prever que las lentejas tardan mucho en cocinarse, por lo que lo mejor es dejarlas en remojo mínimo entre una y dos horas antes de cocinar. Les recomiendo acompañar la preparación con una copa de vino y un poco de música.

Empezamos entonces cortando todos los ingredientes: picamos la cebolla y cortamos las papas, la zanahoria y la panceta en cubitos.  

En una olla grande, salteamos la panceta junto con la cebolla, con un poquito de aceite de oliva (se puede agregar un diente de ajo cortado al medio).

Una vez dorada la cebolla y la panceta, colocamos en la misma olla las lentejas, la salsa de tomate, el caldo, las papas y la zanahoria. 

Agregamos una cucharadita de azúcar para cortar el ácido del tomate y cocinamos todo a fuego medio bajo, revolviendo cada tanto.

Vamos a saber cuándo está listo por las lentejas o las papas, que son las que más tardan en cocinarse. Aproximadamente, cocinaremos todo (siempre a fuego medio bajo y con olla destapada) durante una hora. 

Si llega a faltar líquido, vamos agregando agua tibia (para no cortar la cocción) muy de a poco. Esto lo repetimos cuantas veces creamos necesario para que se logre cocinar todo. 

Aproximadamente 10 minutos antes de que esté listo, cortamos el chorizo colorado en rodajas, lo colocamos en la olla y revolvemos.

Por último, condimentamos con una cucharadita de pimentón, una cucharadita de ají molido y sal y pimienta a ojo (los amantes del picante le pueden agregar un poco de tabasco).

Servimos preferentemente en un plato hondo, cargamos nuevamente la copa de vino y nos disponemos a disfrutar de nuestra cena, nuestra casa y nuestros amigos.  

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