back to top

LA SECUNDARIA QUE SE REBELA CONTRA LAS ESTADÍSTICAS

En la provincia de Tucumán, la escuela rural Gobernador Piedrabuena logra que el 98 por ciento de sus alumnos terminen la secundaria. La clave: el trabajo interdisciplinario y por proyectos.
En la provincia de Tucumán, la escuela rural Gobernador Piedrabuena logra que el 98 por ciento de sus alumnos terminen la secundaria. La clave: el trabajo interdisciplinario y por proyectos.

A 65 kilómetros de la capital tucumana y al límite con la provincia de Santiago del Estero, allí donde el sol pega fuerte y las temperaturas hacen arder la tierra, se encuentra la escuela media rural Gobernador Piedrabuena. 

Existe desde hace veinte años y asisten 180 chicos y chicas de un área en la que viven alrededor de nueve mil personas. “Hay docentes que hacen hasta trescientos kilómetros entre ida y vuelta. Yo hago doscientos por día, aproximadamente”, dice con una energía rebosante Nancy Gómez, directora de la institución desde hace más de una década. 

Los números de esta escuela son noticia. El 98 por ciento del alumnado termina los estudios y el 70 sabe que al finalizar estudiará o trabajará. La clave es el trabajo por proyectos para el aprendizaje.

En una zona donde la normalidad era que, luego de terminar la primaria, chicos y chicas se pusieran a trabajar con sus padres en la cría de animales y el trabajo en fincas, esta escuela logró triplicar la asistencia de alumnos. “Ahora los padres desesperados empiezan a mandar mensajes de ‘Guárdeme el asiento’ al inicio de la inscripción escolar”, cuenta Gómez. 

Pero esta tarea fue un proceso. El secreto, confiesa, “es que primero hay que convencer y enamorar al niño de la escuela, y después vienen los padres”, porque de esta manera el lugar al que asisten sus hijos es mirado con otros ojos. El entusiasmo está en el centro de todo. 

EL CAMINO 

“Si bien hay una ley que dice que la escuela secundaria y primaria es obligatoria, hay otros factores que hacen que los chicos no la terminen, y esos son los números fríos y horribles que tenemos en la Argentina”, señala Gómez y agrega: “Ingresan sin saber leer, sin herramientas para la vida adulta”. 

Por eso, la directora se propuso abordar la educación desde diferentes proyectos, para que los jóvenes adquieran conocimiento desde la aplicación práctica. Por ejemplo, han creado un museo vivo de árboles. A través de este aprenden el cuidado del ambiente. También que las sequías y las inundaciones suceden como consecuencia de la deforestación. Según denuncia Greenpeace, en 2024 se perdieron 150.000 hectáreas de bosques en el norte de la Argentina, lo que representa un 10 por ciento más que el año anterior. 

Además, montaron una radio. En ella, producir, leer y escribir es una tarea cotidiana. Para estudiar geometría, construyeron un domo de caña. También tienen un taller de juguetes para aprender sobre física a través del vuelo de los aviones o el desplazamiento de los autos. 

En Geografía, los chicos y chicas empiezan por conocer su propia casa. “Nosotros vivimos en un lugar donde el viento nos da vuelta todo, el viento zonda, la sequía, tenemos calores de hasta 50 grados”, explica la directora. 

Otra de las claves es que cada proyecto se trabaja de manera interdisciplinaria. El trabajo se hace coordinado entre las diferentes materias. Y otro punto más es que reciben acompañamiento del Ministerio de Educación. Sumado a esto, la Fundación Cimientos y la Fundación Alfredo Peralta realizan aportes para que 93 chicos y chicas, es decir, la mitad de la escuela, accedan a becas, tutorías e intercambio de experiencias. 

Para la directora, el análisis cotidiano es una práctica que ayuda a elaborar y reelaborar el camino, y cree, además, que el modelo tradicional de la escuela secundaria “caducó hace mucho tiempo”. Por eso, el cuerpo directivo trabaja mano a mano con docentes. “Vemos de qué manera se siente el niño durante toda la semana, queremos ver qué es lo que realmente aprende, cómo lo aprende, qué le interesa”, explica y agrega: “Hay que mirar a los chicos de forma integral¨.  

«Hay que mirar a los chicos de forma integral».
Nancy Gómez.

Para esta directora, “no hay aprendizaje sin emoción” y por eso insiste en la importancia de enseñar a través de proyectos, para que los conocimientos se vivencien y sientan. Como complemento, construyeron en la escuela una biblioteca temática que apunta al trabajo con las emociones. 

Jeremías Domingo es alumno de quinto año y lo que más le gusta es el árbol líquido, un dispositivo que tiene la capacidad de absorber dióxido de carbono y purificar el aire. “Hoy están quedando muy pocos árboles, y con un solo árbol líquido se puede absorber dióxido de carbono y liberar oxígeno en el equivalente a diez árboles de la naturaleza”, explica. Cuando termine el colegio, quiere estudiar Ingeniería en Sistemas. 

“El árbol líquido es un proyecto innovador en el que intervienen varios espacios curriculares, como Tecnología, Física, Matemáticas, Química y Biología, entre otros”, señala Alberto Heredia, profesor de Tecnología.

El docente explica que desde la materia que él dicta, ven contenidos como los materiales, las herramientas y las normas de seguridad para su construcción. “Abordamos también la energía y sus transformaciones, ya que el árbol líquido se alimenta de energía solar. Manejamos y aprendimos sobre paneles solares y la transformación de esa energía en corriente continua, y vimos circuitos eléctricos en serie y paralelo”, enumera.

Sin dudas, el trabajo docente tiene mucho que ver con los resultados y Nancy Gómez también: “A veces vienen enojados de la vida personal, pueden pasar un montón de cosas, pero en la escuela se transforman. Todos son especiales, a donde vos señalás a un alumno, tiene una cualidad que él conoce, que toda la escuela conoce. Entonces, ¿en qué lo transformás? En alguien importante”.

 

NOTAS DESTACADAS:

DIEGO PERETTI: “SOY CORAJUDO, ME GUSTAN LOS DESAFÍOS”

Diego Peretti es un actor sin grietas. El público...

LA ARGENTINA FRENTE AL BOOM DEL CARBONO

Latinoamérica genera gran parte del suministro mundial de créditos de carbono, pero nuestro país sigue relegado. Oportunidades y obstáculos por delante.