La editorial Eterna Cadencia anunció el lanzamiento de su primer libro del año. Se trata de “Cuentos completos”, un libro que reúne por primera vez en un solo volumen todos los cuentos de Diego Angelino, con prólogo de Martín Kohan, textos de contratapa de Selva Almada, Jorge Consiglio y Alejandra Kamiya, y un anexo que contiene cartas de Victoria Ocampo dirigidas a Angelino en versión facsimilar y fotos emblemáticas del autor.
Los veinte relatos que componen el libro fueron escritos entre comienzos de los años setenta y la segunda década de los dos mil, y recibieron elogios y premios por parte de jurados compuestos por Onetti, Cortázar, Walsh, Borges y Bioy Casares, entre otros.
En ellos, Angelino despliega un universo tan fascinante y vivo, como sombrío. Construye un territorio mítico: Campo del Banco. Y hace circular por él a personajes complejos, oscuros, entrañables, que reaparecen de un cuento a otro -los Frutos, el menor de los Álvarez, el Linve, la viuda de Ruiz-; si en una historia se menciona un nombre al pasar, en otra éste cobra protagonismo. Así, va delineando un espacio que recuerda a la Santa María de Onetti o, más acá, a la trilogía pampeana de Hernán Ronsino.
“Son lugares -escribe Martín Kohan en el prólogo- que a Angelino le importan, más que por su condición de tales (paisajes, geografías, regiones), por su poder de suscitar un tiempo (y no uno, sino varios) […] Ese tiempo largo y lento que Angelino sabe desprender de los espacios, como si fuese su emanación o su secreto, acerca su literatura a la verdad esencial de las esperas, de la quietud, de la soledad. No son cuentos en los que nada pasa: pasas cosas, y a menudo terribles; ni son cuentos de personajes apagados de apatía: incluso en el apocamiento, algo tienen de desaforados”.
ESCRIBIR EL CAMPO DESDE ADENTRO
Diego Angelino nació en Entre Ríos en 1944 y desde 1964 reside en la Patagonia. Allí abrió, al llegar, junto a su mujer Alba, un vivero llamado Tierra Baldía, en un intento por hermanar el mundo de la literatura y el del trabajo. En una breve autobiografía incluida al final de su última novela, Al país de las guerras, escribe: “Mi trabajo y la literatura seguían su irreconciliable guerra de hachazos contra puñaladas, y esto no sé si se dice en el sur o se decía en Entre Ríos”.
Su primera novela, Al sur del sur, permanece inédita y fue recomendada en el premio América Latina organizado en 1973 por el diario La Opinión y la editorial Sudamericana, con Juan Carlos Onetti, Julio Cortázar y Rodolfo Walsh como jurados. «Tuve el tino –confiesa en su autobiografía– de no publicarla, pese a que Pezzoni, de Sudamericana, quiso hacerlo».
En 1974 ganó el premio La Nación con su libro de cuentos Antes de que amanezca (editado con el título Con otro sol); el jurado estuvo integrado por Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares, Alicia Jurado y Eduardo Mallea. Es en esta obra que despliega por primera vez el territorio de Campo del Banco, construido, según lo que él mismo cuenta, «con recuerdos borrosos, con anécdotas, con un bagaje incierto». Al respecto, en la entrega del premio, Bioy Casares le dijo: «¡Se escribe mejor sobre lo que está olvidado!». Borges, por su parte, dijo que le había sorprendido que Angelino escribiera sobre el campo «desde adentro», no con la mirada de los dueños de las estancias sino con la de un hijo o nieto de inmigrantes. En una nota publicada por La Nación el martes 10 de diciembre de 1974, se lee: «Jorge Luis Borges señaló su esperanza de que esta valiosa primera obra sea solo el anticipo de otras que trajeran una visión nueva del campo argentino».
Su novela Sobre la tierra, una especie de expansión del cuento «Bajo la luna, sobre la tierra, bajo la noche», incluido en Con otro sol, fue editada en Barcelona en 1979 y llevada al cine por Nicolás Sarquís, con Graciela Borges, Germán Palacios y Lito Cruz como protagonistas.
En 1983 publicó la novela Recordando en el viento, en la que abandona el escenario de Entre Ríos y se sitúa en la Patagonia para novelar la vida de Juana Sosa de Canosa, la madre de Juan Domingo Perón.
En 2011 rompió un largo silencio editorial con Escrituras, una antología de cuentos y relatos publicada por Caballo Negro. En 2014, El bumerang vuelve al cazador quedó seleccionada entre las once finalistas del premio Herralde de novela y fue editada por Espacio Hudson en 2017. Su última novela, Al país de las guerras, fue publicada por la Universidad Nacional de Entre Ríos en 2019.
QUÉ DIJO DE ÉL VICTORIA OCAMPO
Mientras comenzaba el vivero en El Bolsón, Angelino se enteró de que el Fondo Nacional de las Artes ofrecía subsidios a escritores y solicitó uno. Envió el cuento “Bajo la luna, sobre la tierra, bajo la noche” (el primero de Cuentos completos) y, al poco tiempo, recibió una tarjeta manuscrita de Victoria Ocampo, que rezaba: «Quiero decirle que me ha gustado el tono de esas páginas. Me gusta cierta simplicidad directa y la manera de contar. Desde hace 15 años formo parte del Directorio del Fondo (no sé hasta qué día) y me llamo Victoria Ocampo. Lo saludo cordialmente. Siga escribiendo».
Tanto esta carta como una siguiente de Victoria Ocampo se incluyen en versión facsimilar en un anexo del volumen, así como la reproducción de fotografías conmovedoras en las que se ve a Diego Angelino en la entrega del premio La Nación junto a Jorge Luis Borges, Eduardo Mallea, Alicia Jurado, entre otrxs.
COMENTARIOS SOBRE SU OBRA
“El universo de Angelino nos interpela y nos involucra sin obligarnos a tomar partido, sin señalarnos qué deberíamos pensar de lo que estamos leyendo: en todo caso, empujándonos a pensar desde un lugar más humano y generoso”. Selva Almada
“La enorme potencia narrativa de Angelino se funda en dos razones: la naturalidad con que distingue –y hace brillar– lo extraordinario en lo cotidiano y su destreza para enhebrar en las tramas el curso irreversible del tiempo”. Jorge Consiglio
“Diego Angelino escribe siempre como parecía que ya nadie podía escribir. El tiempo y las palabras se ponen a sus pies. Leerlo es como sentir lo que sentimos cuando, cansados, encontramos un refugio que extrañamente parece haber estado esperándonos”. Alejandra Kamiya