Sin duda que José Luis Chilavert marcó la historia del puesto de arquero. A sus grandes atajadas le sumó goles y sobre todo un liderazgo que fue una marca registrada durante su extensa carrera en Paraguay, Argentina, Uruguay y el futbol europeo. Un jugador se vuelve inolvidable por la altura de sus hazañas y el portero paraguayo escribió una larga lista de historias gloriosas. El 15 de noviembre de 2004, en el estadio José Amalfitani de Vélez, donde brilló como en ningún otro lugar, se realizó su partido de despedida. Aquel día, el Vélez del ’94 le ganó a un combinado de estrellas por 2-1 (goles de «Chila», de penal, y Christian Bassedas; y descontó el chileno Iván Zamorano).
Durante 23 años de carrera, Chilavert disputó 737 encuentros oficiales, marcó 70 goles y ganó 10 títulos. Fue campeón de América e Intercontinental con Vélez, elegido tres veces «Mejor Arquero del Mundo» (1995, 1997 y 1998) y jugó dos Mundiales con la selección de Paraguay (Francia ’98 y Corea-Japón 2002). En el mundial francés, su memorable actuación estuvo a punto de dejar afuera al país organizador, que pudo doblegar a la muralla paraguaya con un tanto de Laurent Blanc en el alargue.
También tiene un lugar en la historia de los récords: Fue el primer arquero en la historia en marcar un gol de tiro libre en un partido oficial y es el único en convertir tres goles en un mismo partido, logrando esta hazaña en una victoria por 6-1 de Vélez Sarsfield sobre Ferro Carril Oeste en 1999.
Nacido el 27 de julio de 1965 en Luque, Paraguay, Chilavert comenzó a destacarse en el Club Sportivo Luqueño, donde debutó profesionalmente con 15 años, en 1980. Su siguiente club sería Guaraní, en 1983, uno de los equipos importante de su país. Su talento excepcional y su imponente presencia en el arco, llamaron la atención de los clubes más importantes de Sudamérica y en 1985 llegó a San Lorenzo. Sin embargo, sería en Vélez Sarsfield, que adquirió su pase en 1991, donde brillaría bajo la dirección técnica de Carlos Bianchi.
De sus goles, uno tiene la chapa de “inolvidable”. “¡Para todos los tiempos! Lo que acaba de hacer Chilavert ha sido tremendo. La pelota viajó toda la noche, viajó por todo lo alto, atravesó la lluvia y cuando picó, picó adentro. Chilavert se mete, si ya no estaba, en la historia del fútbol con un tiro libre desde su campo”, decía el relator uruguayo Víctor Hugo Morales, tras el tanto desde casi 65 metros para vencer a Germán Burgos y poner el 2-1 ante River el 22 de marzo de 1996.
Un arquero para la historia. Un jugador capaz de ganar partidos con sus atajadas y sus goles. Pasaron 20 años de su retiro y sus increíbles conquistas siguen vivas en la memoria del fútbol.