Juan Manuel Fangio tenía 40 años cuando alcanzó su primer título en la Fórmula 1. Fue el 28 de octubre de 1951, a bordo de un Alfa Romeo 159, en el GP de España. El balcarceño llegó segundo del italiano Alberto Ascari (Ferrari) a la que fue la última prueba de aquel torneo y para ser campeón, debía vencer. Fangio consiguió consagrarse, además de sus virtudes conductivas, como consecuencia de la decisión de utilizar un nuevo neumático provisto por Pirelli. Sin embargo, la leyenda incluye un ardid de su equipo para engañar a Ferrari y una mentira de su equipo, que no le reveló parte de la estrategia.
El “Chueco” venía de ser subcampeón en 1950, luego de triunfar en cuatro Grandes Premios, incluido Mónaco. El título había sido para Giuseppe Farina, su coequiper en Alfa Romeo. En 1951, Ferrari y Alfa Romeo llegaron a «mano a mano» a la definición. El equipo de Maranello (Ferrari) tenía una ventaja que parecía resultar definitoria: Su motor consumía menos combustible y requería menos recargas.
En 1951, Fangio había vencido en los grandes premios de Bremgarten y Reims, y con su victoria en España se puso la corona por primera vez. Ascari finalizó cuarto con la Ferrari. Mientras que segundo fue Froilán González, el otro argentino que corría en la F1, en este caso con Ferrari. Tercero arribó el italiano Farina.
Antes de la competencia, Fangio y Ascari jugaron una apuesta: El que ganara debía pagar una cena y el que perdiera, elegir el lugar. El encuentro fue en el restaurante Savini de Milán. “Nunca pagué con más gusto una apuesta”, recordaba siempre el “Chueco” de aquella noche.
LA CARRERA Y “LA LEYENDA”
El motor del Alfa Romeo era más potente que el de Ferrari, pero consumía más combustible. Entonces, para tratar de disimular esa desventaja, el equipo de Milán (Alfa Romeo), hizo correr el rumor de que llevarían tanques de nafta adicionales para evitar hacer recargas. Para darle mayor credibilidad, pusieron un tanque falso en cada uno de los autos.
Los de Maranello creyeron la simulación y cambiaron su estrategia de detenciones en los boxes. Sin embargo, no solo “la Scuderia” cayó en la mentira, sino que también el propio Fangio, que luego de la carrera pidió explicaciones de por qué había tenido que hacer una recarga si supuestamente llevaba un tanque extra. “No te dijimos la verdad porque siempre te vemos hablando con tu amigo González (el argentino que corría en Ferrari)”, le dijo uno de los técnicos de Alfa.
Pero la gran diferencia, según publicó el sitio especializado Motorsport, fueron las gomas Pirelli. El fabricante italiano puso a disposición de los equipos unas gomas para llantas de 18 pulgadas que Alfa Romeo adoptó. Ferrari, en cambio, decidió seguir con las de 16 pulgadas con que había disputado el torneo hasta ese momento. En la clasificación, Ascari no dio opción a nadie, y logró la Pole Position, pero Fangio se colocó segundo, por delante del otro Ferrari de González y del todavía campeón vigente, su compañero Farina.
Ascari lideró la carrera en las primeras vueltas, pero en la cuarta, Fangio se puso primero. No sospechaba el argentino que no iba a abandonar esa posición en el resto de la carrera. A pesar de que se esperaban más paradas en boxes de Alfa Romeo, no fueron los repostajes los que decidieron la prueba, fue el tamaño de los neumáticos.
En la sexta vuelta, Piero Taruffi y su Ferrari entraron a boxes. Su coche había perdido una banda de rodadura. No se le dio mayor importancia, pero cuando en la vuelta siguiente el problema se reprodujo en el coche de Luigi Villoresi, el desasosiego se apoderó del box de Ferrari. En la octava vuelta fue Ascari el que llegó con las gomas destrozadas. Cuando en la 14, González también debió parar, la causa quedó clara.
Las ruedas más pequeñas de Ferrari giraban más veces sobre el asfalto barcelonés, lo que, unido al estado del asfalto y la suciedad en algunas zonas, castigaba a los neumáticos duramente. Los Alfa Romeo, con los nuevos neumáticos más grandes y con unas presiones altas recomendadas por Pirelli, se comportaron de manera excepcional y le otorgaron una diferencia clave al piloto argentino. Fangio terminaría la prueba con una luz de 46 segundos sobre González y su Ferrari, y lograría su primer campeonato mundial.
LOS TÍTULOS
Tras lograr su primer título con Alfa Romeo, Fangio repitió la conquista del máximo cetro con Mercedes (1954 y 1955), Ferrari (1956) y Maserati (1957). Es el único piloto de la historia en haberse consagrado campeón con cuatro marcas distintas.