“‘Sacame lindo’ es el pedido más común al ser fotografiado por un profesional, pero la belleza no está ahí, está en una mirada, en las luces y en las sombras, en la situación”, explica Fino Pizarro. El fotógrafo está presentando la segunda edición de Así, un libro con los retratos que fue acumulando en su portfolio personal durante más de cuatro décadas de trabajo en medios de comunicación.
“Una iba para el diario, otra me la guardaba para mí”, confiesa. Si le tocaba una entrevista, al final pedía unos minutos a solas con el personaje en cuestión. “Necesito acercarme, por más importante que sea, porque ahí se produce un diálogo entre los dos, la foto es del fotógrafo y del fotografiado. Se requiere más intimidad, en ese rato se produce una relación tan cercana como efímera”, comenta en un bar céntrico de Córdoba, donde asegura que el barullo y las miradas intimidarían. “El retrato es una cosa muy difícil, se trata de rescatar la esencia de las personas”, afirma.
Bajo su lente captó a una variopinta cantidad de personalidades del arte, la cultura y la sociedad. También políticos, pero no los incluyó en el libro. “Hay personas mundialmente conocidas, pero hay otras que no lo son, como pintores. A todos los une que les tengo afecto o respeto, o los admiro, en algunos casos las tres cosas”, dice.
- ¿Un libro que recomiendes?
Allí mis pequeños ojos, de Guillermo Franco.
Así
Una selección de más de cien retratos que incluye figuras como Raffaella Carrà, Rudolf Nureyev y Jorge Luis Borges. Todas editadas en blanco y negro, acompañadas de una breve historia.
117 págs.
Ediciones Recovecos