Creó una cuenta de Instagram para compartir sus tips de limpieza y se convirtió en fenómeno. Hoy tiene una tienda de productos, dicta talleres y acaba de publicar un libro. Asegura que la palabra clave es “organizar”.
Soy Amo de Casa (35) repite como un mantra: “Tu hogar es tu lugar en el mundo”. Para que cualquiera pueda logarlo, sin dar a conocer su nombre real ni mostrar aspectos de su vida privada en 2018 abrió un perfil de Instagram en el que cuenta sus secretos de limpieza y orden. “Hay que sacarles la etiqueta de obsesionados a quienes son limpios y ordenados. Está la idea de que lo que está mal es el orden. Todo lo contrario, se disfruta más una casa limpia que una que no”, comenta desde su departamento en la ciudad de Buenos Aires.
La propuesta no tardó en explotar y pasó de trabajar como diseñador gráfico en una agencia de publicidad a ser un influencer en las redes sociales. Hoy tiene una tienda de productos, dicta talleres y publicó un libro. “Fue una manera de repesar y ordenar todo lo producido en la cuenta”, asegura.
Le dicen “el Marie Kondo argentino”, sin embargo, a diferencia de la japonesa, más que la felicidad en los objetos él les busca el lado pragmático.
- ¿Te imaginabas que podía ser un boom?
Sabía que iba a funcionar por tres motivos. Primero, mis amigos siempre me preguntaban cómo hacía para tener todo limpio y ordenado. Veía que era algo que me salía “naturalmente” –porque se aprende–, pero otra gente no lo hacía. Además, no había una voz masculina que estuviera mostrando este tipo de contenido, y eso fue clave para que funcione bien. Las mujeres están ocupando otros espacios, pero los hombres se quedan siempre en el mismo, les cuesta más salir de los roles asignados. Cuando vuelven a casa, el 71 por ciento de las mujeres se ocupan de las tareas del hogar; el hombre ayuda, no toma un rol protagónico o a la par. Y tercero, era una forma de sacarle dramatismo, ese embole que genera todo lo que es orden y limpieza. Hacerlo puede ser divertido y, a la larga, nos facilita la vida.
- ¿Cuál es la respuesta de los varones?
Es repositiva. Es cierto que este es un momento en el que la sociedad está preparada para recibir este mensaje. Vivo solo desde los 18 y en la casa de mis padres era habitual que todos hiciéramos todo, pero si la cuenta la creaba hace diez años, la respuesta no sé si hubiera sido la misma. La mayoría de mis seguidoras son mujeres, un once por ciento son hombres, que para el rubro, en Instagram, es un montón. Al varón le cuesta más, es menos participativo, pero está ahí. Pregunta por privado.
- ¿La limpieza tiene mala prensa?
Al querer correr a la mujer del rol de ama de casa, las tareas del hogar fueron quedando en un lugar negativo. Pero no son malas en sí mismas, lo malo es que la sociedad se las imponga a un género. Sigue pasando que luego de una comida familiar, los varones se quedan sentados mientras las mujeres levantan. Sin embargo, estas tareas deberían hacerse equitativamente, no importa género ni edad. La pandemia ayudó a que nos demos cuenta de esto, saber que las cosas limpias no son magia. Estar todos más en casa sirvió para valorar que eso es fruto del esfuerzo de alguien.
“Lo importante es que la casa nos cuente. Somos felices si nos representa”.
- ¿Son hábitos que luego se trasladan a la vida en general?
Como sos en la casa, sos en el trabajo y en la calle. Por ejemplo, en Japón, es algo que se aprende en la escuela: comen en el aula y después la ordenan, eso les da percepción del entorno, lo que ensucian lo tienen que limpiar. Acá sería algo denigrante, porque tenemos una relación rara con la limpieza: lo tiene que hacer otro, y ese otro es de segunda. Lo vemos como un castigo. En cambio, los japoneses lo aprenden como valor social. En ese sentido, son hábitos que después se trasladan a donde sea.
- ¿Cada persona debe ponerle su impronta a la casa?
Creo que tu casa es tu lugar en el mundo. Te tiene que identificar. Somos muy de mirar al otro, al vecino, a la moda. Lo importante es que la casa nos cuente, tenemos que sentirnos a gusto. Somos felices si nos representa. Es nuestra tercera piel, una extensión de nosotros. Que todo lo que haya nos identifique, que cuente nuestra historia, que despierte sensaciones.
- ¿Tips para engancharse con la limpieza y el orden?
Olvidarse de las excusas, el que no puede es que no quiere. Empezar por algo, por más que sea chiquito. A veces, es mejor dividir y empezar por un cajón. El orden se contagia. También, armarse rutinas para no padecer el tiempo y dividir tareas en diarias, semanales, mensuales, etc. Qué, cómo y cuándo dependerá de cada casa y familia. Si no vivimos solos, involucrar a todos los miembros y repartir tareas equitativamente. Y no esperar a que esté realmente sucio para activar. Hacerlo de manera rutinaria permite ahorrar tiempo, esfuerzo y dinero.
MATE CON ALIADOS
Más que café, prefiere mate. Por otro lado, revela que el vinagre y el bicarbonato de sodio son dos de sus grandes aliados a la hora de limpiar. “Nunca fui pesado con las casa de los otros o la forma de vivir de los demás. Pero desde que ‘Soy Amo de Casa’, me ponen en ese lugar de resolver. Es algo que me divierte, ¡he terminado ordenando alacenas!, pero por pedido, no porque me meta”, confiesa. Es de Esperanza, Santa Fe; y antes de nacer, casi en trabajo de parto, su mamá limpió toda la casa.