Su última novela figura entre los libros más vendidos del país; sin embargo, más que la cantidad, prefiere la permanencia de un título en el tiempo, como sucedió con Crímenes imperceptibles. Charla con un escritor al que le cuesta escribir.
Por Dai García Cueto
Foto Gentileza Editorial Planeta (Alejandra López)
Con una producción literaria que suma ocho libros de ficción, entre cuentos y novelas, y cuatro ensayos, nadie imaginaría que el principal obstáculo de este escritor es su propio oficio. “Mi gran problema es escribir una página por día. Me pongo mal cuando no me salió ni una línea, una página y media es mi récord. La escritura se parece al esfuerzo muscular en el gimnasio, al principio cuesta, pero con la constancia, algo empieza a fluir mejor”, le dice a Convivimos.
Desde chico escribe cuentos, pero se volcó por estudiar Matemáticas en la universidad, ya con la idea de especializarse en Lógica. “Fue un accidente, pero feliz. Me dio una manera de pensar que no hubiera imaginado tener: dilemas, paradojas, sutilezas del pensamiento, conceptos. La matemática es un mundo, está por fuera del sentido común, un universo del cual no te enterás si no la estudiás”.
“Llega un momento en que uno escribe para uno, es una necesidad de estar contento con tu propio trabajo”.
Este año recibió el premio Nadal de Novela con su última publicación, Los crímenes de Alicia, y más allá de la emoción, reconoce que nunca un galardón le cambió o le alteró el plan futuro de trabajo. “Tengo una lista de ideas en espera, la próxima no será del género policial, y tal vez venda menos que la anterior. Hoy sé que escribo novelas con más o menos repercusión, y que tengo una cierta cantidad de lectores fieles, por fuera de quienes se asoman tras el revuelo de un libro en particular. Llega un momento en que uno escribe para uno, es una necesidad de estar contento con tu propio trabajo”.
- ¿Cómo describirías el momento que estás viviendo?
- ¿Cómo vivís esa lentitud?
- ¿La formación en matemática sirve para escribir?
- ¿Qué tienen tus libros para figurar entre los más vendidos?
CAFÉ CON POCHOCLOS
Por un diagnóstico de gastritis, tuvo que disminuir a tres las tazas de café por día y tomarlo liviano. Un esfuerzo para él, porque le gusta mucho. En mayo se estrenó El hijo, la película de Sebastián Schindel que es una adaptación de su cuento Una madre protectora. Anteriormente, el español Alex de la Iglesia llevó al cine Crímenes imperceptibles con el nombre Los crímenes de Oxford. Confiesa que como espectador es menos crítico que como lector.