Según Roxi empezó siendo un blog y en un par de años pasó por la web, la televisión, el teatro y el mundo editorial. Charlamos con la mujer que parió este éxito sobre la maternidad.
Por Dai García Cueto Foto Belén Grosso
Luego de varios intentos, Convivimos logró comunicarse con Julieta Otero. “Sí, la maternidad me está matando. Cualquier idea que tengas de que me la paso corriendo detrás de mis hijas es correcta”, dice entre risas y revelando parte de los motivos que la impulsaron a crear el fenómeno llamado Según Roxi. De fondo se escuchan las andanzas de sus hijas, Violeta (14) y Margarita (9), aunque una vez conectada, no logran distraerla de la entrevista. Confiesa que prefiere la adolescencia a cuando son bebés: “Son las dos edades en que comienzan a caminar. De grandes empiezan a hacerlo de noche, sin nuestra presencia, es muy duro. Me encantan los bebés, pero me pone más nerviosa el peligro del chiquito cuando circula por el mundo y se quiere meter cosas en la boca. Es la pesadilla más grande pensar que no puede haber un tornillo tirado porque puede atragantarse. El miedo a la muerte así no lo sentí más”.
Por temores como ese armó un blog donde narraba los periplos de ser madre, trabajar e intentar mantener el equilibrio. El impacto fue tal que, en 2012, Azul Lombardía, amiga y socia, le propuso convertirlo en serie web y escribieron ocho capítulos que emitieron por YouTube. “Tardó treinta segundos en convencerme. Nos conocemos desde chicas, nos prendemos en cualquier delirio. Era una oportunidad más para seguir compartiendo mates, charlas”, cuenta. Lombardía adoptó el papel de directora, y juntas expandieron el producto a una ficción para la televisión, dos libros –Según Roxi. Autobiografía de una madre incorrecta y Cómo ser la peor mamá del mundo– y dos obras de teatro. Incluso la idea fue exportada a México y Colombia. “Fuimos creciendo con los medios y las redes. Nunca me lo imaginé, porque no soy de especular con lo que puede pasar, soy de madera para andar calculando. Claramente, Roxi es un ser humano universal”, confiesa.
«Estamos discutiendo como sociedad la manera de reflexionar sobre algunos temas»
Las mujeres no son las únicas que siguen la historia de Roxi, una madre superada por las circunstancias de la maternidad, que afronta los problemas cotidianos desde la sinceridad y con humor. También lo hacen hombres y jóvenes. “Los adolescentes son fanáticos. Se ríen porque la consideran como la comedia que es. A veces ven a sus mamás reflejadas en el personaje y les da más risa”, sostiene la actriz y guionista.
CAFÉ DE BARRIO
“Soy adicta al café del bar de los barrios, todos los días me tomo uno en algún bar distinto de Buenos Aires. Me gusta ir probando y disfrutar del café como evento: la taza de cerámica, hecho en una máquina. Necesito la cafeína”. Pronto podrá probar uno en Córdoba, ciudad que visitará el próximo 4 de noviembre cuando presente Cómo ser la peor mamá del mundo, en la Sala de las Américas de la UNC.