“Dale vida a los sueños que alimentan el alma”, dice Mario Benedetti en uno de sus poemas. Tres lectoras comparten sus sueños y con ellos les dan nueva vida a sus deseos y fantasías.
UNICORNIO DEL CIELO
“Era un caballito que siempre soñó con ser un unicornio, hasta que un día se levantó y vio que en la cabeza tenía un cuerno y unas alitas detrás, y una estrellita al costado. Vio que estaba volando, se despertó y se dio cuenta de que está durmiendo en una nube y se levantó en el cielo… ¡esta es la historia del caballo que se convirtió en unicornio!”.
Camila Cerquatti
(7 años, Córdoba Capital)
MY HEART = MUSIC
“Esta es una obra piloto de algo más grande que estoy por hacer… Me gusta dibujar, también hacer música. Acá quise combinar esas dos cosas y mostrar el gran afecto que tengo por mi música y ya que no puedo poner un audio sobre papel, lo transmito a través de un dibujo. Aparte, es la primera vez que dibujo un corazón humano”.
Astrid Abril Centeno
(14 años, Trelew)
SOÑAR
Mi sueño anduvo por lugares inhóspitos,
navegando en aguas traslúcidas y turbias.
Mientras mi corazón latía sediento
vaya a saber qué lugares recordaba.
Mi sueño andaba
por esos lugares prohibidos
con personas desconocidas o conocidas
y un manto de culpa antagónico
con mis credos.
Mi sueño andaba sin dueño,
y vaya a saber qué quería decirme.
Tal vez solo vino para enseñarme
y se fue para que despierte.
“Este poema nace de aquellos sueños que muchas veces se adueñan de nosotros para despabilarnos y llevarnos a la realidad que no podemos aceptar. Soy docente jubilada, hoy ya sin horarios escolares disfruto del tiempo libre haciendo lo que me gusta”.
María Virginia Figal
(59 años, General Pico, La Pampa)