¿Qué es el efecto Diderot?

Existe una teoría que explica por qué muchas veces cuando se adquiere un producto de calidad se siente la necesidad de obtener otro en concordancia. Cómo funciona esta espiral que afecta el bienestar financiero.

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Comprar un juego de seis tazas nuevas, pero después darse cuenta de que en la alacena duermen cuatro platos viejos que no se parecen entre sí ni por casualidad y sentir la necesidad de comprar vajilla y también algún que otro utensilio para hacer juego con esas tazas nuevas. Empezar a preparar un viaje y creer que hay que salir a comprar cosméticos, neceser, calzado, toallas y hasta un bolso digno… ¿Suena familiar? Ojo, porque se puede estar cayendo en el efecto Diderot y poner en peligro las finanzas personales.

LA TEORÍA

Denis Diderot, un escritor y filósofo francés del siglo XVIII, descubrió un fenómeno psicológico que ocurre cuando se adquiere un nuevo objeto de alta calidad o valor y que incita a uno a querer más objetos para que estén en concordancia con el primero. 

Tal fenómeno, reconocido como “efecto Diderot”, está basado en una teoría que describió en el ensayo de su autoría “Lamentos por separarse de mi vieja bata”. Allí, explica cómo la adquisición de una elegante bata escarlata lo llevó a desear otros objetos de mayor calidad, lo que terminó por sumirlo en la ruina financiera.

Desear algo de calidad no es un fenómeno en sí mismo, sino que el efecto que describe es esa espiral de consumo sin control que puede llevar a uno a endeudarse hasta la coronilla. 

¿CÓMO EVITARLO?

Para evitar caer en la trampa del efecto Diderot, es importante mantener las posesiones en equilibrio y armonía. Esto implica no dejarse llevar por el impulso de adquirir nuevos objetos simplemente para complementar los que ya se tiene.

Una forma de hacer frente a este fenómeno es evitando las compras impulsivas. Suena fácil decirlo, pero para muchas personas es muy complejo hacerlo, y por eso proponemos el siguiente ejercicio: al momento de comprar algo que no estaba en los planes, tomarse un tiempo para reflexionar si realmente se necesita o no. Dejar pasar unos días antes de realizar una compra puede ayudar a evaluar si es algo que vale la pena o si ya se está con un pie en el efecto Diderot.

Si la respuesta es “sí”, no olvidar la planificación y chequear si hay promociones con descuentos y cuotas, así no se descarrila el presupuesto. 

NO ENDEUDARSE

Una de las consecuencias más peligrosas del efecto Diderot es el endeudamiento, ya que es el recurso en el que se cae cada vez que aparece la tentación de adquirir nuevos objetos y a valores bien altos. Mientras que algunas personas recurren al crédito, otras sacan préstamos para financiar sus compras y viven con las tarjetas detonadas.

De todas formas, percibir que el efecto Diderot está activo en los hábitos de consumo es un gran paso. Lo que sigue es tomarse un tiempo antes de hacer una compra, revisar si está dentro de las posibilidades y, finalmente, disfrutar de aquello que se está comprando y de la posibilidad de poder hacerlo en la forma de pago disponible. Porque de eso se trata, de cumplir anhelos con los que se pueda seguir soñando con tranquilidad.