En el terreno deportivo, โkiricochoโ es una expresiรณn que se utiliza para desearle mala suerte al rival. Este misterioso embajador argentino de la supersticiรณn es mencionado por jugadores en campos de juego, tรฉcnicos en bancos de suplentes, hinchas en tribunas y dirigentes en palcos, buscando mufar la suerte del rival.
Sin vinculaciรณn directa con este precepto, hay muchas personas que cargan con la mochila de ser catalogadas โmufaโ. Su sola menciรณn u ocasional presencia viene acompaรฑada por la mala suerte, dicen. Y esta es ilimitada, abarca tanto a quien lo menciona como a quienes estรกn en contacto con el mufoso.ย
Pobre de aquel a quien la voluntad popular lo tilde asรญ, ya que es un apelativo del que muy difรญcilmente se podrรก despegar. Uno de los mรกs cรฉlebres fue el expresidente Carlos Menem, a quienes muchos definรญan como โel innombrableโ, o usaban un alias como โMรฉndezโ para referirse a รฉl. El periodista Liberman y hasta Mick Jagger tambiรฉn figuran en el listado.ย
Cuando yo era niรฑo, trabajaba en la farmacia de mi primo Jorge, famoso en el pueblo por combatir todo gesto o palabra que invocara a la mufa. Nunca encendรญa el cigarrillo con otro cigarrillo, evitaba los gatos negros, ante un pรกlpito dudoso tocaba madera sin patas, jamรกs brindaba con agua, en su auto no faltaba la cinta roja colgada del retrovisor y si se rompรญa un espejo juntaba los pedacitos, los metรญa en una bolsa y la arrojaba en el arroyo para que se llevara lejos la mala suerte.
โPobre de aquel a quien la voluntad popular lo tilde asรญโ.
Y todas las cรกbalas se unรญan cuando jugaba Boca. Fanรกtico confeso del equipo de la Ribera, escuchaba el clรกsico con River siempre sentado en la misma silla, con la misma remera verde y el mismo relator deportivo. No podรญa faltar un atado de Jockey Club sin abrir al lado de la radio, saborear una MenthoPlus en el entretiempo y besar la estampita de San Cayetano. Pero lo mรกs importante para ganar era encender la radio cinco minutos despuรฉs de empezado el partido.
Yo fui testigo de todo eso un domingo de Boca-River en octubre de 1972. Mi primo se demorรณ 10 minutos en encender la radio. Cuando lo hizo, Boca perdรญa 2 a 0, pero le acababan de dar un penal a favor. Pateรณ Suรฑรฉ y atajรณ Perico Pรฉrez. โViste toda la desgracia por prender tarde la radioโ, dijo casi al borde de las lรกgrimas. Sin embargo, la tarde venรญa con sorpresas: antes de terminar el primer tiempo, Boca lo dio vuelta y se puso 3 a 2. Y apenas comenzado el segundo, 4 a 2 con gol de Potente. โViste, le di cuatro besos a San Cayetano y ganamosโ, volviรณ a decir al borde de las lรกgrimas, pero ahora de alegrรญa. No obstante, el partido seguรญa. En minutos, Mastrรกngelo y Mรกs empataron para River. 4 a 4. โViste, eso pasa porque me fumรฉ dos puchos de mรกsโ, insistiรณ con los ojos enrojecidos de bronca. Cuando se jugaba un minuto de descuento, Ponce errรณ un gol imposible en el arco de River, y de contragolpe Morete puso 5 a 4 a favor del Millonario. Final. Con todas las cรกbalas hechas, no encontraba explicaciรณn a tremendo drama.
Yo la tenรญa, pero no se la podรญa decir. Te faltรณ gritar โkiricochoโ, Jorge. โKiricochoโ y ganaba Boca.