Mientras la ciencia explora las causas posibles de su incremento, proliferan mellizos en todos los países y grupos sociales.
Según un informe reciente (2021) realizado por la Universidad de Oxford (Inglaterra), el Museo Francés de Historia Natural y la Universidad de Radboud en Países Bajos, la tasa mundial de nacimiento de mellizos es la más alta de los últimos 40 años: nacen 1,6 millones de mellizos al año. Los autores aclaran que el incremento se debe principalmente a los nacidos “naturales” y no a los resultantes de fertilización asistida.
En la Argentina, el Ministerio de Salud registra un 30 por ciento de aumento de embarazos múltiples en la última década; el 75 por ciento dobles naturales.
Hay mellizos famosos, como los de las casas reales de Mónaco y de Dinamarca; también de Jolie (cuando estaba con Pitt), Sarah Jessica-Parker, Jennifer López y Julia Roberts. Roger Federer es papá de ¡dos parejas de gemelos!
Si la comparación se remonta a 100 años, la tendencia crece: las cifras actuales son dos veces y media más altas.
Esta realidad da por tierra con la ley biológica de Hellin, según la cual la frecuencia de nacimientos dobles se calculaba 1 cada 89 nacimientos simples; la de triples, 1/89 dobles, la de cuádruples, 1/89 triples, y así. En el mundo actual, 1 de cada 42 bebés es mellizo.
Los interrogantes planteados en muchas sociedades científicas (y también entre los futuros padres y madres) son las causas de este cambio y si el crecimiento tiene límite.
Entre las causas conocidas, se sabe que algunos factores aumentan la probabilidad de gestaciones múltiples naturales, como por ejemplo los antecedentes familiares. No se trata de herencia genética, sino de la denominada “predisposición familiar”.
La edad de la persona gestante es otro aspecto con gran influencia. En las edades extremas del período fértil –menores de 15 y mayores de 35 años– aumenta la probabilidad de que se produzcan ovulaciones anómalas (múltiples) y que esto conduzca a gestaciones de más de un feto.
“La tasa mundial de nacimiento de mellizos es la más alta de los últimos 40 años”.
Una teoría en estudio, aún no confirmada, vincula el fenómeno con el uso prolongado de anticonceptivos. Se postula que, luego de largos períodos de contención farmacológica o instrumental, el impulso gestacional surge con renovada potencia.
Esta hipótesis se basa en experiencias poblacionales de gran magnitud en las que, por diversas causas, el número de nacimientos se redujo sensiblemente y luego se reactivó.
Así fue durante conflictos bélicos con numerosas pérdidas humanas. Terminada la guerra, se sucedió una explosión demográfica que “recuperó lo perdido”. El fenómeno más conocido fue el baby boom, un verdadero estallido de nacimientos ocurrido durante los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial que no solo restauró las cifras poblacionales en zonas de conflicto, sino en todo el mundo.
¿Es posible pensar que los mellizos están compensando el número de bebés no gestados por el uso de métodos anticonceptivos? Una posible respuesta demandaría creer en un equilibrio natural (o divino) que trasciende las conductas humanas.
En tanto continúan las investigaciones, ante la idea de una gestación, elija un ecografista experimentado, amplíe las comodidades de su casa, agregue cuchetas y vaya gestionando un crédito.