Te sentรญs conmovido porque hace poco ocurriรณ algo curioso. Cuando fueron a cambiarte la computadora, el tรฉcnico informรกtico tuvo un descuido y borrรณ todos los archivos personales que conservabas como un tesoro. Una vida de imรกgenes desapareciรณ asรญ, como si un mago hubiese hecho un chasquido con los dedos. Primero sentiste un fuego interno de furia por el accidente y luego vino el momento catรกrtico de resignaciรณn. La tecnologรญa tiene cosas como la instantaneidad: con la misma velocidad que sacรกs una foto, la podรฉs perder.
Un gesto posterior del instalador te devolviรณ la sonrisa. Con mucha vergรผenza, รฉl mismo te avisรณ que no todo habรญa sido eliminado: un par de fotos resistieron la catรกstrofe. Vaya a saber por quรฉ extraรฑa gambeta del software, esas dos imรกgenes esquivaron el infierno tan temido. Eran fotos de ella. Una, de diez aรฑos atrรกs, donde estaba radiante, luminosa y feliz, mirando hacia arriba, con sus pelos dorados brillando igual que su sonrisa. Y, en la otra, un poquito mรกs vieja, luce de perfil junto a una acuarela pintada por sus manos, bautizada Jarra y manzanas. Allรญ tambiรฉn estรก bellรญsima, con una camisa blanca, pelo recogido, aritos dorados, sueรฑos en puerta, mirada volรกtil.
Cuรกntos misterios esconde el destino. No sabรฉs nada de ella desde hace una dรฉcada, por lo menos. Y ahora, esas postales sobrevivientes te la recuerdan en toda su intensidad.ย
A pesar del intento, no podรฉs manejar la lluvia de recuerdos. La imaginรกs pintando, rodeada de un halo que la separa del frรญo invierno. La percibรญs con luz a su alrededor, abarcando sus pinturas y sus sueรฑos. Ahora dejรกs de imaginarla y la ves, la sentรญs tan cerca que, si movรฉs tu mano, la estรกs tocando. Percibรญs su piel y el perfume de su piel, maravillosos ambos, llenos de senderos hechizados que te invitan a recorrerlos. Y tambiรฉn vuelve a tu memoria el tema de la pelรญcula Todo por amor, esa hermosa melodรญa que los envolviรณ durante la primera noche de pasiรณn.ย
No existe una foto, pero nada podrรก borrar de tu cabeza esa tarde que le robaste un beso en el jardรญn de su casa y ella te devolviรณ una sonrisa tan hermosa como el arcoรญris que forma una tormenta en fuga y tan generosa como una noche de estrellas. Lo disfrutรกs haciendo jueguitos con el pensamiento, aunque a esta altura no sabรฉs si es bueno o malo.
Tenรฉs muy en claro que fue el azar quien primero los conectรณ y luego los llevรณ por caminos distintos. Parece una paradoja, pero estรกs convencido de que asรญ debiรณ ser. Entonces te das cuenta de que la vida y el amor son solo instantes, fragmentos que se integran y desintegran con una facilidad incontenible. El tiempo es un rebelde indomable, las coincidencias de dos personas en un mismo lugar siempre serรกn un misterio maravilloso. El juego de miradas, el gustarse, el conocerse son solo momentos. Y como tales, los tomรกs o los dejรกs pasar.ย
Dos fotos que se salvaron del naufragio te devolvieron la felicidad de entonces.
Sabรฉs que es imposible volver a verla, pero, en honor a esos recuerdos, deseรกs โprofundamenteโ que su vida fluya, que estรฉ con quien quiera estar y que sea feliz.
Aunque en el fondo te estรกs planteando si no es el momento de quemar las naves. Y tomar el celular para volver a llamarla.
Ilustraciรณn: Pini Arpino.