La voz inconfundible de La Sole nos acompaña desde la nota de tapa en este octubre tan singular. Mientras la naturaleza se dispone a darnos sus mejores colores y cerca de nosotros comienza a sentirse el murmullo de los afectos alrededor de la palabra “madres”, esta hija de Arequito nos habla sobre los caminos de su búsqueda artística y personal, sobre los prejuicios que tuvo que derribar para sentir que nuevamente la libertad le tocaba la cara. En ese trayecto, sintió la necesidad de reivindicar a las mujeres de su familia que le marcaron la vida. Y lo hizo como sabe hacerlo solamente ella: del oído directo al corazón, con su música. Escuchémosla, tiene muchas cosas para contarnos.
En el mes de las madres, Felipe Pigna nos acerca la historia de Agustina López de Osornio, la madre de Rosas, una mujer audaz y totalmente disruptiva para la época, decidida a llevar adelante por distintos medios su voluntad y sus deseos.
La exquisita fotografía de naturaleza de Nico Pérez nos lleva esta vez hacia lo que sucede en el interior de un nido de colibrí, el ave más pequeña del mundo. Me llenó de satisfacción conocer a la hermosa protagonista de este reportaje, una hembra de picaflor común, una de las tres especies que habitan en la provincia de Buenos Aires, donde fueron tomadas las fotos. Espero que la disfruten tanto como yo.
Y a la hora de agasajar a las madres, les ofrecemos ideas para hacerles algún regalo tecnológico o para elegir alguno de los modelos cómodos y elegantes de nuestra producción de moda. Para la mesa de ese día, nada mejor que las recetas que nos comparte Santiago Giorgini, y para servir en las copas, un buen vino recomendado por Fabricio Portelli. En este punto, nuestro especialista nos aclara de entrada que no hay diferencia de género en materia de gustos en vinos, más allá de haber sido una bebida asociada a los hombres por siglos. Y nos recuerda las capacidades de las mujeres a la hora de valorar los buenos vinos. ¡A brindar también por eso!
Como siempre, esperamos los mensajes, los poemas, los dibujos y las “locuras” que dan vida todos los meses a “La página en blanco”.
¡Buena vida!