San Juan es la segunda provincia vitivinícola de la Argentina en cuanto a superficie de viñedos y producción de vinos. Y si bien nunca dejó de estar a la sombra de Mendoza, también fue evolucionando en los últimos años, sobre todo de la mano de pequeños productores que han decidido poner en valor sus diversos valles.
La historia y las viñas siguen ahí, y los terroirs siempre estuvieron, aunque sin una comunicación contundente, el mercado casi no se enteró. Por ejemplo, Mendoza se subió primero al tren de la evolución con el Malbec a la cabeza, y los resultados están a la vista. Incluso Salta y Patagonia también lograron compartir lo que estaban haciendo, logrando un posicionamiento mucho más importante, aunque con muy pocas hectáreas de viñas plantadas, comparándolas con las de San Juan.
Hoy, los nuevos protagonistas de los sanjuaninos entendieron que sus mejores atributos están en sus valles de precordillera. Por suerte, los jóvenes productores no están solos, porque los grandes entendieron que ese es el camino: apostar a la diversidad para mostrar los distintos terruños de la provincia. Y la mejor manera de hacerlo es a través de sus valles productores: Tulum (95 por ciento de la producción), Ullum, Zonda, La Ciénaga, Calingasta, Pedernal e Iglesia, que está empezando a implantarse. En cada uno de ellos hay historias y productores, viñedos viejos y nuevos, parrales y espalderos sobre suelos diversos, desde profundos y limosos hasta los más calcáreos del mundo. Y todos quieren devolverle a la provincia el prestigio enológico que nunca debió haber perdido.
MINI GUÍA DE VINOS
PHEBUS MCC
Fabre Montmayou, Mendoza ($7000)
Puntos: 88
Blend de Malbec (70%), Merlot (15%) y Cabernet Sauvignon (15%) elaborado con uvas provenientes de diferentes zonas de Mendoza. De composición clásica, su estilo es amable y fresco. De aromas que recuerdan a frutas y especias. Paladar franco y un paso por boca ágil y expresivo, resaltado por sus texturas amables. Es ideal para acompañar todo tipo de platos caseros.
BOUSQUET RESERVE CABERNET FRANC ORGÁNICO 2023
Domaine Bousquet, Valle de Uco, Mendoza ($15.000)
Puntos: 90
Si bien no es el primer Cabernet Franc de la casa, debuta en esta línea, siguiendo no solo las tendencias, sino lo bien que se da el varietal allí. Elaborado a partir de uvas orgánicas provenientes de viñedos propios en Gualtallary, a una altura de 1200 m. Su tipicidad se advierte tanto en nariz como en boca, resulta fresco, con notas herbales y de frutas rojas, y un leve final ahumado del paso por roble.
INCONSCIENTE SAUVIGNON BLANC 2024
Finca Sophenia, Valle de Uco, Mendoza ($15.000)
Puntos: 90,5
Es la novedad de la casa, una línea joven que representa muy bien a Eugenia Luka (propietaria) y a Joaquín Martín (enólogo). Elaborado con uvas propias de Gualtallary; una parte fermentó con las pieles y terminó en huevo de cemento, dando un vino de 10,5 grados. De aromas austeros, bien apoyado en sus texturas, con algo de frutas blancas y leves dejos de maracuyá. Ideal para conocer en verano.
TIPS
Al calor se lo combate con bebidas refrescantes, y una de las más elegidas es la sangría de vino tinto, un clásico que evoluciona al ritmo de la calidad del vino argentino. Hoy existen vinos en todos los segmentos ideales para prepararla, porque son más fluidos y sin tantos taninos. Cabe destacar que el frío potencia la aspereza de los taninos. Por eso deben ser vinos jóvenes, expresivos, fluidos, frutados y de texturas amables. Además, es una muy buena alternativa para esas botellas que sobran de la noche anterior, y que, por estar abiertas, empiezan a perder atributos. Por lo tanto, lo mejor es convertirlas en uno de los tragos más populares. La sangría casera se hace en jarra, mejor de vidrio para que se vea bien su color –que recuerda a la sangre, por lo que siempre debe hacerse con vino tinto–. Usar frutas de verano frescas (durazno, naranja, limón) y almíbar (no azúcar). Dejarla macerar un par de horas en la heladera sin hielo. Sacarla, agregarle el hielo, revolver y servirla en vasos.