No es demagogia, sino la ventaja de vivir en uno de los grandes productores de vinos del mundo, y con mucha tradición en burbujas. Claro que el champagne, el rey de los espumosos, nació en la región homónima de Francia, hace más de tres siglos. Sin embargo, ese prestigio –el mismo que lo llevó a ser el vino más famoso del mundo– lo convirtió en modelo de las demás regiones. Porque todo aquel que quiera elaborar un vino con burbujas, primero, se va a mirar en el espejo de la Champagne. Claro que hay excepciones, muchas de las cuales han adquirido nombre y reconocimiento propio, como el cava español y el prosecco italiano. No obstante, la Argentina también tiene una tradición burbujera. Por un lado, porque se están por cumplir cien años de la producción del primer vino elaborado por el método Champenoise, el mismo de la Champagne. Y por el otro, porque una de las casas de mayor renombre de esa zona eligió la Argentina, hace más de 60 años, para elaborar vinos espumosos con la misma calidad, pero fuera de esa región. Eso explica la gran diversidad de etiquetas que hay hoy en día y la calidad que ostenta cada segmento. Porque tanto los estilos como los tipos de espumosos (Brut, Extra Brut, Nature, etc.) ofrecen más definición en su carácter de fruta y en las texturas de las burbujas. Y eso se debe a un, cada vez, mejor manejo de la elaboración (Champenoise y Charmat) y del viñedo para partir de uvas con mayor acidez natural y tipicidad. Por eso, se puede decir que hay muy buenos espumosos para todos los gustos y todos los bolsillos. ¡A brindar!
FABRE MONTMAYOU RESERVA CHARDONNAY 2023
Bodega Fabre Montmayou, Mendoza ($13.900)
Puntos: 90,5
El hacedor uruguayo Juan Bruzzone se luce desde hace varios años con los vinos de esta bodega argentina con alma francesa. Este Chardonnay se elabora con uvas provenientes de Luján de Cuyo y Valle de Uco. De ahí que tenga buen cuerpo con una buena frescura, que resalta las notas de frutas blancas. Hay carácter y tipicidad en este blanco ideal para adoptar en la mesa casera.
ROSAURA ESCORIHUELA GASCÓN MALBEC 2024
Escorihuela Gascón, Mendoza, Luján de Cuyo, Agrelo $29.000
Puntos: 91,5
Nombrado en honor a la esposa de Miguel Escorihuela (fundador de la bodega en 1884), es la última novedad de la casa. Un Malbec con la fuerza del lugar, interpretado de una manera actual por el joven winemaker Matías Ciciani Soler. De aromas expresivos, entre frutados y herbales. Paladar franco y fresco, fluido y consistente, con taninos casi vibrantes que invitan a otro trago.
KAIKEN BRUT
Bodega Kaiken, Mendoza, Valle de Uco ($29.950)
Puntos: 90,5
Elaborado con uvas Pinot Noir (70%) y Chardonnay (30%) provenientes de Gualtallary, a 1400 metros de altitud, este espumoso método tradicional se afianza como una alternativa consistente para las fiestas. De buen cuerpo y paladar equilibrado, la frescura frutada del lugar sobresale y resalta en el final de boca las notas de levaduras (pan tostado y manteca).
TIPS CONSUMO
El verano con sus altas temperaturas altera las costumbres, más allá de la llegada de las fiestas y las vacaciones. Porque si hace más calor, la primera necesidad a la hora de sentarse a tomar algo será refrescarse. Y como es difícil mantener las temperaturas de las botellas a la temperatura ideal, ganan protagonismo los tragos que llevan hielo. Es cierto que son mucho más prácticos para mantener la copa o el vaso bien frío, pero al mismo tiempo está la dilución del agua que altera los atributos de la bebida. Por eso los tragos ganan la partida por sobre el vino. No obstante, hay maneras de seguir disfrutando el vino, sin que ello implique agregarle un hielo al tinto o al blanco preferido. Primero existen los espumosos listos para tomar con hielo. Son dulzones o macerados con botánicos, para tener un final de boca más parecido a un aperitivo. También están los vermuts, que por definición son 75 por ciento vino, y se lucen con hielo y completados con soda o agua tónica.