Una investigación del Cima Universidad de Navarra revela una manera de frenar el avance del Párkinson a través de la inactivación de una proteína llamada FKBP51. El procedimiento, que se ha llevado a cabo en ratones, también devuelve la movilidad a los roedores.
Esta condición, que afecta a las funciones motoras y no motoras, se caracteriza por la pérdida progresiva de neuronas dopaminérgicas que contienen un pigmento denominado neuromelanina. Los síntomas incluyen alteraciones cognitivas en varios órganos y problemas gastrointestinales.
A pesar de los avances en el desarrollo de terapias para controlarlo, todavía no existen estrategias para prevenir o ralentizar la progresión de esta enfermedad. “Por lo tanto, es fundamental impulsar estudios orientados a identificar nuevos tratamientos neuroprotectores para estos pacientes”, explican las investigadoras del Cima Ana García-Osta y Mar Cuadrado-Tejedor.
El estudio, publicado en la revista científica Molecular Therapy, desarrolló un modelo de ratón que replica los mismos mecanismos moleculares en el cerebro de pacientes con párkinson, como la acumulación de neuromelanina.
“Nuestros hallazgos indican que el proceso de envejecimiento aumenta la susceptibilidad de las neuronas dopaminérgicas a la acumulación de este pigmento, lo que incrementa el riesgo de la enfermedad”, apunta la primera autora del trabajo, Marta García-Gómara.
En su modelo de roedor humanizado, los científicos vieron que la proteína FKBP51 aumentaba con el envejecimiento y el párkinson, lo que significa que su anulación podría crear una nueva línea de investigación terapéutica.
“La FKBP51 participa en el plegamiento de proteínas y su sobreexpresión se ha asociado a procesos de neuroinflamación. En nuestro estudio, observamos que su inhibición protege a las neuronas dopaminérgicas, reduce la neuroinflamación, mejora la función motora y frena la progresión del párkinson”, explican las autoras.
El Párkinson es la segunda enfermedad neurodegenerativa más común en todo el mundo después del alzhéimer. Su incidencia es dos veces mayor en hombres que en mujeres especialmente en edades avanzadas, aunque la edad no es el único factor de riesgo ya que hasta un 20% de los casos se producen en personas con menos de 50 años. Por otro lado, en las últimas dos décadas la discapacidad asociada al párkinson ha crecido un 80% y la mortalidad se ha duplicado.
Se espera que un fuerte crecimiento de las cifras de la enfermedad a nivel internacional en los próximos 25 años. Concretamente amentarán un 112%, por lo que en 2050 habrá más de 25,2 millones de personas con esta condición. Esto se debe al aumento de la esperanza de vida y al crecimiento demográfico generalizado en todo el mundo.
QUÉ ES EL PÁRKINSON
La enfermedad de Parkinson es un tipo de trastorno del movimiento. Ocurre cuando las células nerviosas (neuronas) no producen suficiente cantidad de una sustancia química importante en el cerebro conocida como dopamina.
Algunos casos son genéticos, pero la mayoría no parece darse entre miembros de una misma familia.
Los síntomas comienzan lentamente, en general, en un lado del cuerpo. Luego afectan ambos lados. Algunos son:
- Temblor en las manos, los brazos, las piernas, la mandíbula y la cara.
- Rigidez en los brazos, las piernas y el tronco.
- Lentitud de los movimientos.
- Problemas de equilibrio y coordinación.
A medida que los síntomas empeoran, las personas con la enfermedad pueden tener dificultades para caminar o hacer labores simples. También pueden tener problemas como depresión, trastornos del sueño o dificultades para masticar, tragar o hablar.
Todavía no existe una cura para la enfermedad de Parkinson.