Los glaciares de todo el mundo han perdido en las últimas dos décadas más de 6.500 billones de toneladas de hielo, lo que ha reducido los recursos regionales de agua dulce y ha contribuido al aumento del nivel del mar.
Según el Inventario Nacional de Glaciares de Argentina, “un glaciar es un cuerpo permanente de hielo y nieve, que se ha formado por la acumulación, compactación y recristalización de la nieve acumulada en el invierno y que no logra derretirse en el verano siguiente. Una vez que alcanza un espesor determinado puede moverse pendiente abajo por la acción de la gravedad. Debido a que los glaciares dependen de la precipitación y la temperatura son buenos indicadores del cambio climático”.
Según un estudio publicado en Nature y reproducido por el portal SINC, la pérdida anual promedio ha sido de 273.000 millones de toneladas, aunque en la última década la velocidad del deshielo se ha incrementado un 36 %. Dentro de esa media “se esconde un alarmante aumento en los últimos 10 años”, indica la Agencia Espacial Europea (ESA).
“Recopilamos 233 estimaciones del cambio de masa de los glaciares regionales a partir de unos 450 investigadores que participaron en 35 equipos de investigación”, explica Michael Zemp, de la Universidad de Zúrich y codirector del estudio.
La investigación se realizó dentro del Ejercicio de Intercomparación de Balances de Masa de Glaciares (Glambie), una iniciativa coordinada por el Servicio Mundial de Vigilancia de Glaciares (WGMS).
Los resultados muestran que en el año 2000 los glaciares, excluyendo las capas de hielo de Groenlandia y la Antártida, abarcaban 705.221 kilómetros cuadrados y contenían aproximadamente 121.728 millones de toneladas de hielo. Desde entonces han perdido un 5 % de su volumen, con reducciones que varían entre un 2 % en las islas antárticas y subantárticas y un 39 % en Europa Central.
LOS RIESGOS
“Los glaciares son recursos vitales de agua dulce, especialmente para las poblaciones de Asia Central y los Andes Centrales, donde dominan la escorrentía en estaciones cálidas y secas”, destaca Inés Dussaillant, investigadora de WGMS y coautora del estudio.
La pérdida de hielo también repercute en el aumento del nivel del mar. Actualmente, los glaciares son el segundo mayor contribuyente al ascenso del nivel del mar, después de la expansión térmica de los océanos. En total, la pérdida de hielo registrada entre 2000 y 2023 ha provocado un incremento de 18 milímetros en el nivel del mar, con una media anual de 0,75 milímetros.