El 4 de septiembre de 1957 nacería en las páginas de la revista Hora Cero Semanal El Eternauta. Escrito por Héctor Germán Oesterheld y con dibujos de Francisco Solano López, este cómic narra una invasión alienígena en Buenos Aires de la que son protagonistas Juan Salvo y un grupo de sobrevivientes. Esta historieta de tres páginas semanales continuó saliendo durante dos años y se convirtió en la historia de ciencia ficción más importante publicada en la Argentina.
Fueron varios los intentos de adaptar esta icónica historieta en distintos formatos, que fracasaron por problemas legales o de presupuesto. El primer intento fue un corto realizado en 1969 por la empresa publicitaria Gil & Bertolini. Se utilizaron actores para realizar la técnica de animación rotoscópica y, aparentemente, se llegaron a hacer 24 minutos. Ese episodio piloto no se terminó por falta de fondos y en la actualidad está perdido. Curiosamente, Cartoon Network intentó algo similar para su filial en Latinoamérica a comienzos del nuevo milenio. Se llegó a hacer un teaser de 15 segundos que buscaba emular el estilo de La Guerra de las Galaxias: Guerras Clónicas (2003), pero no prosperó. En los años 70, el director Adolfo Aristarain fue el que más persiguió la idea de filmar una adaptación e incluso logró avanzar con los planes de hacer una película. Para mediados de la década del 80 había abandonado la idea por falta de fondos. Quiso hacer una coproducción con los Estados Unidos, país al que no le interesaban mucho las aventuras de Juan Salvo. Años después, Gustavo Mosquera R., realizador de Moebius (1996), también golpeó las puertas de Hollywood, y allí solo veían “otra película de invasión extraterrestre” y poco les interesaba el trasfondo político que tenía la historieta. En 1996 corrió fuerte la noticia de que América TV tenía listo el guion de una miniserie y el vestuario ya diseñado. Se especulaba con un piloto para fines de ese año que nunca llegó. Uno que también tuvo la intención, ideas y algunos apuntes fue Fernando Pino Solanas, pero desistió por lo faraónica que resultaba la producción. Su hijo Juan Diego Solanas, director de Nordeste (2005), también coqueteó con la idea yendo incluso a buscar financiamiento a Francia. La ansiada película casi se hace en Italia para 2008, cuando se firmó un acuerdo entre la familia Oesterheld y la productora del cineasta Pier Giorgio Bellocchio y Andrea Marotti. Ese mismo año, Lucrecia Martel confirmó que había aceptado el ofrecimiento de dirigir una adaptación, proyecto del cual se bajó un año después por conflictos con los Oesterheld. Otros que mostraron interés, pero no pasó de eso, fueron Damián Szifron y el español Álex de la Iglesia. El intento de Martel tenía por detrás a la productora K&S, la misma que 15 años más tarde se encuentra detrás de esta nueva serie protagonizada por Ricardo Darín y escrita por Bruno Stagnaro y el actor Ariel Staltari, que también actúa. Stagnaro fue director de Okupas (2000) y también de estos seis episodios con los que cuenta esta primera temporada. Por supuesto que la serie está adaptada a nuestros tiempos y tiene algunos cambios con respecto a la obra original, pero lo que se vio en el primer capítulo que se dio en exclusiva para la prensa especializada es muy prometedor. El estreno será el 30 de abril por Netflix, y por fin la adaptación esperada por décadas habrá terminado.