Un equipo internacional de investigadores, con la participación del Grupo de Investigación en Arqueología del Mediterráneo y de Oriente Próximo (GRAMPO) de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), ha desentrañado los patrones de movilidad y las dinámicas sociales de las primeras comunidades agrícolas del periodo neolítico (11.600-7.500 años atrás) en el Valle del Éufrates, en la actual Siria. El estudio, publicado en Nature Scientific Reports, analizó las firmas químicas de los dientes de 71 individuos hallados en cinco yacimientos arqueológicos, revelando una sociedad inclusiva que integraba plenamente a los forasteros.
Mediante el análisis de isótopos de estroncio y oxígeno en el esmalte dental, los investigadores determinaron si las personas crecieron localmente o provenían de otras regiones. Los resultados muestran que, al establecerse en un lugar, las comunidades neolíticas se asentaban de manera estable, fortaleciendo lazos con grupos específicos. Hacia el final del Neolítico, las mujeres eran más propensas a desplazarse entre comunidades, sugiriendo prácticas patrilocales en las que se trasladaban para formar matrimonios, posiblemente para evitar la endogamia.
Un hallazgo destacado es la integración de los forasteros en estas comunidades. En yacimientos como Tell Halula, los restos de individuos locales y no locales fueron enterrados juntos en las mismas viviendas, con idénticas prácticas funerarias, como ser sepultados en posición sentada o con elaborados conjuntos funerarios. Esto indica que los recién llegados eran plenamente aceptados, sin distinciones en el trato social o ritual tras su muerte. “La movilidad no excluía la inclusión social”, destaca el estudio, subrayando la apertura de estas sociedades.
“El estudio es importante por su metodología interdisciplinaria, combinando análisis de isótopos con el contexto arqueológico e histórico”, explica Anna Bach, profesora del Departamento de Prehistoria de la UAB. El equipo de la UAB trabajó durante más de 20 años en Tell Halula, hasta que la guerra en Siria interrumpió las excavaciones en 2011. Actualmente, el grupo continúa sus investigaciones en el Kurdistán iraquí, analizando muestras arqueológicas depositadas en la UAB.
Liderado por la profesora Eva Fernández de la Universidad de Durham (Reino Unido), el proyecto refleja una amplia colaboración internacional, con la participación del grupo GRAMPO de la UAB, entre otros equipos europeos.