Un estudio liderado por la Universidad Complutense de Madrid (UCM), publicado en Acta Ophthalmologica, revela que las actividades al aire libre pueden reducir significativamente o retrasar la aparición de la miopía en niños y adolescentes. El metaanálisis, basado en 16,597 participantes de entre 6 y 18 años, encontró una diferencia media en el equivalente esférico de 0,16 dioptrías por año y una reducción en la longitud axial del ojo de -0,08 mm por año, con efectos protectores que se mantienen hasta tres años.
“Recomendamos al menos dos horas diarias de exposición al aire libre, preferiblemente con intensidades de luz superiores a 10,000 lux, para maximizar los efectos protectores contra la miopía”, afirmó Miguel Ángel Sánchez Tena, investigador del Departamento de Optometría y Visión de la UCM y coautor del estudio. Además, destacó que integrar estas actividades en las rutinas escolares y extracurriculares podría ser clave para reducir la incidencia de miopía.
El estudio subraya que los beneficios varían según el lugar. En regiones con mayor luz natural, los efectos protectores son más notables, mientras que, en áreas urbanas densamente pobladas, con acceso limitado a espacios verdes y luz natural, la efectividad puede disminuir. Estos hallazgos sugieren que factores ambientales y socioeconómicos influyen en los resultados.
Los resultados abren la puerta a diseñar intervenciones preventivas, como políticas de salud pública y recomendaciones para padres y educadores, para fomentar actividades al aire libre. Los autores proponen realizar más investigaciones para confirmar estos hallazgos, explorar las diferencias regionales y determinar la duración e intensidad óptima de exposición a la luz para maximizar los beneficios.