Un estudio desarrollado por tres científicas del CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas) con seis cepas de levaduras aisladas del kefir y de ambientes asociados con la elaboración del vino y mostos de uva, revela que contrarrestan la infección por la bacteria Salmonella enteriditis. Esta bacteria es al responsable de causar gastroenteritis severas y se transmite principalmente a través de carnes y huevos contaminados o por contacto directo con animales de corral. La información fue dada a conocer por el CONICET.
“Nuestro grupo se dedica a la caracterización de microorganismos aislados de bebidas fermentadas, como bacterias acido lácticas, ácido acéticas, y levaduras, presentes en la producción de una gran cantidad de alimentos y muy utilizados en diversos procesos industriales. Los identificamos, analizamos sus características tecnológicas y sus propiedades probióticas”, describe Graciela Garrote, investigadora del CONICET en el Centro de Investigación y Desarrollo en Ciencia y Tecnología de los Alimentos (CIDCA, CONICET-UNLP-CIDCA) y una de las autoras del trabajo.
Impulsadas por el aumento de la resistencia a los antibióticos por parte de distintos patógenos, es decir agentes biológicos que provocan enfermedades, las investigadoras se propusieron conocer el efecto antagónico –la acción contrapuesta– de las levaduras frente a la bacteria que causa la salmonelosis. “Por evaluaciones anteriores ya sabíamos que las cepas de levaduras elegidas tienen la capacidad de sobrevivir a las condiciones adversas del tracto gastrointestinal y llegar vivas al intestino donde, entre otros comportamientos, se adhieren al epitelio, que es la capa de células que recubre la pared interna de este órgano”, explican María Dolores Pendón y Agustina Bengoa, también investigadoras del CONICET en el CIDCA y participantes en el estudio.
El paso siguiente fue probar en células en cultivo lo que sucedía una vez que Salmonella enteriditis entraba en juego. Allí, las científicas comprobaron que “las seis cepas interfieren y frenan la invasión de Salmonella en diferentes etapas. Lo hacen en distintos grados, pero todas mostraron efectos probióticos, y es probable que combinadas entre sí o con bacterias beneficiosas incluso potencien su acción y actúen en forma sinérgica”.Las conclusiones destacan el potencial de las levaduras de bebidas fermentadas como probióticos para contrarrestar las infecciones por Salmonella. “Un eventual consumo preventivo de levaduras benéficas tendría la ventaja, además, de reducir el uso indiscriminado de antibióticos, de ofrecer una alternativa prometedora en la lucha contra la resistencia a dichos medicamentos”, destacan las especialistas.