Un fascinante descubrimiento está revolucionando nuestra comprensión sobre la comunicación de los chimpancés. Dos estudios recientes, publicados esta semana, revelan que estos primates no solo emplean ritmos percusivos para comunicarse, sino que también combinan sonidos de manera compleja para transmitir significados, lo que sugiere que su lenguaje es mucho más sofisticado de lo que se pensaba y podría ser un eslabón clave en la evolución del lenguaje humano.
El primero de los estudios, liderado por Vesta Eleuteri de la Universidad de Viena y publicado en Current Biology, analizó 371 secuencias de percusión en 11 comunidades de chimpancés de África occidental y oriental. Estos primates, especialmente los de mayor edad, golpean raíces de árboles con manos y pies en patrones rítmicos, probablemente para alertar o reunir a su grupo. Lejos de ser aleatorios, los ritmos son regulares y varían según la subespecie: los chimpancés occidentales emplean intervalos rápidos y constantes, mientras que los orientales alternan tiempos cortos y largos. Según Eleuteri, estos patrones son tan distintivos que incluso podrían identificar al emisor, como una “firma rítmica”.
Catherine Hobaiter, coautora del estudio e investigadora de la Universidad de St. Andrews, destaca la relevancia de este hallazgo: “Hacer música es esencial para los humanos, pero desconocemos su origen. Demostrar que los chimpancés comparten principios rítmicos con nuestra música es un gran paso para entender cómo y cuándo surgió esta capacidad”.
El segundo estudio, dirigido por Cédric Girard-Buttoz del Centro de Investigación en Neurociencia de Lyon y publicado en Science Advances, exploró las vocalizaciones de 53 chimpancés en el Proyecto Chimpancé Taï, en Costa de Marfil. Tras analizar más de 4,300 sonidos emitidos en contextos como alimentación, descanso o encuentros con depredadores, los investigadores identificaron 16 secuencias vocales formadas por combinaciones de dos llamadas, conocidas como bigramas, que generan significados nuevos. Por ejemplo, una secuencia asociada a la construcción de nidos no solo indica el lugar para dormir, sino también su seguridad frente a amenazas.
“Estas estructuras vocales podrían ser una fase intermedia en la evolución del lenguaje”, afirma Girard-Buttoz. Este sistema combinatorio sugiere que los sonidos simples de los animales pudieron transformarse, con el tiempo, en un lenguaje humano complejo y abierto.
UN PASO HACIA EL ORIGEN DEL LENGUAJE Y LA MÚSICA
Ambos estudios refuerzan la hipótesis de que las capacidades musicales y lingüísticas humanas tienen raíces evolutivas profundas compartidas con otros primates. Los chimpancés no solo poseen estilos de comunicación individuales, sino que también demuestran habilidades colectivas para estructurar y transmitir información compleja mediante ritmos y combinaciones vocales. Estos hallazgos indican que las bases del lenguaje y la música podrían haber estado presentes mucho antes de la aparición del ser humano moderno.