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CAMPAMENTOS CON CONCIENCIA AMBIENTAL

Amartya, en alianza con el grupo Circo Reciclado, relanza esta primavera una iniciativa para chicas y chicos interesados en el cuidado del planeta.
Amartya, en alianza con el grupo Circo Reciclado, relanza esta primavera una iniciativa para chicas y chicos interesados en el cuidado del planeta.

La experiencia incluye tierra, pasto, juegos, shows y educación ambiental. Se desarrolla en Quinta Esencia, a 15 kilómetros de Coronel Vidal y a una hora de Mar del Plata, en el partido de Mar Chiquita. Es un espacio de la asociación civil Amartya, dedicada a promover la sustentabilidad a través de la educación desde hace veinte años. Al lugar lo llaman “centro de alfabetización ecológica para la regeneración”. 

Los campamentos ambientales se realizan de septiembre a mayo, cuando las temperaturas permiten disfrutar plenamente de la actividad, y están pensados especialmente para chicos y chicas de ciudad.

“Trabajamos con las escuelas rurales de Mar Chiquita, con colegios de Tandil, de Dolores, de la ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires, de donde vienen alumnos más grandes, de tercer año del secundario, que se pueden quedar varias noches. Cuando son más chicos vienen por el día”, cuenta a Convivimos Paula Cabaleiro, economista, quien en Amartya es responsable del diálogo con empresas, escuelas y otros actores.

“Tenemos una pedagogía propia que se llama ‛mente, corazón y manos’. Todos los talleres que hacemos en los campamentos cuentan con estas tres dimensiones. Tiene que haber una dimensión del corazón en cuanto al sentido: por qué hacemos lo que hacemos. Las manos, algo fundamental y más para los chicos, se refiere a estar en contacto con la tierra, con lo manual, con los animales. Y la mente en cuanto a conceptos, a entender, que tal vez es lo más aburrido, pero complementa todo”, enumera Cabaleiro. 

Todas las actividades, desarrolladas por un equipo interdisciplinario, se enmarcan en la educación ambiental e incentivan a la acción y a generar empatía con la emergencia climática. Los contenidos se hablan previamente con los directivos y maestros de las escuelas, y están diseñados para que puedan seguir trabajándolos en el aula. Cada actividad está adaptada a la edad de los participantes. 

En Quinta Esencia todas las construcciones son bioclimáticas y utilizan energías renovables. Tiene varias opciones de alojamiento además de las carpas, desde dormis hasta cabañas para familias. En el predio de 30 hectáreas producen alimentos agroecológicos y se emplea un diseño permacultural. Hay un monte de árboles frutales, un sistema de agroforesta, además de otras instalaciones como un salón de usos múltiples de 300 metros cuadrados donde hacen prácticas de yoga.

RECOLECTAR Y APRENDER

Esta primavera, a los campamentos de la asociación se suma Circo Reciclado, una compañía artística que busca despertar la conciencia ambiental y el amor por el planeta a través del arte y el juego, invitando a los visitantes más chicos y a las familias a participar.

“Nos apoyamos en la pedagogía verde, en aprender de forma biomimética. Aprendemos a imitar a la naturaleza, en contacto con ella, entender que somos parte”, explica a Convivimos Diego Brailo, fundador de Circo Reciclado, artista y diseñador gráfico, quien considera que “el viaje ya es transformador”. 

“Lo primero que hacemos es desayunar. La propuesta diferencial es que tengamos una dieta basada en plantas. Todo lo que hacemos es casero. Muchas de las cosas son de nuestra propia huerta agroecológica”, cuenta, por su parte, Cabaleiro. 

Uno de los ejercicios consiste en recolectar las verduras que más tarde comerán, mientras fomentan la conexión con el grupo y el trabajo en equipo. En el caso de los más chicos, reciben no más de una hora de contenidos teóricos y después se pasa a la práctica.

“Muchas veces trabajamos con escuelas técnicas; por ejemplo, con una especialización en energías renovables. Y acá tenemos paneles y baterías de litio. Para ellos, poder probar todos los sistemas es como ir a Disney. Si es un colegio más vinculado con la biología, trabajamos sobre soberanía alimentaria”, indica Cabaleiro, quien menciona que también tienen un pequeño dispositivo educativo sobre planificación del ganado que mejora los indicadores del suelo a través del abono; y apicultura, una actividad en la que los más grandes pueden ponerse el traje y experimentar.

“Hacemos juegos de búsqueda o talleres de arte con materiales que la misma naturaleza nos provee. Y está previsto tener momentos más performáticos, de espectáculos: va a haber noche con circo y humor; ambientales, por supuesto. También estamos diseñando el momento de fogón para contar historias, para ver las estrellas”, detalla Brailo. 

PASAR EL MENSAJE

Para tener una referencia, el costo de un campamento de tres días para chicos de 18 años ronda los 200.000 pesos. Dado que Amartya es una asociación sin fines de lucro, los ingresos se usan para cubrir los costos de la experiencia, y el valor incluye todo, desde que ingresan al predio hasta que se van. A los colegios rurales no se les cobra. 

“Los adultos tenemos una responsabilidad de pasar un mensaje donde busquemos el trabajo en equipo, la reconexión de redes. Es necesario generar proyectos educativos que sean creativos, donde se crucen disciplinas y materias, donde se pueda construir algo interesante en lo que los chicos puedan ser partícipes y liderar. Falta mucho por ese lado”, reflexiona Cabaleiro.

A medida que se acercan los meses de calor, la propuesta sigue creciendo y el grupo está evaluando, en un futuro, adaptarla también al ámbito de las empresas con el formato de retiros o “días verdes”. 

Mientras, en otros rincones del país, los campamentos ambientales tienen distintas expresiones, como los pensados por el Gobierno de La Pampa para estudiantes de secundario, que tienen lugar en la Reserva Parque Luro. O los Campayápolis que se hacen en diferentes provincias y son encuentros formativos para docentes, técnicos ambientales y organizaciones. 

“El objetivo final es generar una transformación verdadera, social, que permita una convivencia, una habitabilidad del planeta mucho más respetuosa, y garantizar el futuro”, finalizó Brailo.

 

PARA MÁS INFORMACIÓN 

Además de los campamentos ambientales, Amartya ofrece talleres, festivales, retiros, clubes de lectura y hasta recaudación de fondos para proyectos de triple impacto. Hay más información en su Instagram: @amartya.culturasregenerativas

Circo Reciclado también realiza capacitaciones en colegios primarios y secundarios sobre reciclaje de residuos, cuidado personal, alimentación saludable y otros temas ambientales. Se puede conocer más sobre estas y otras actividades en www.circoreciclado.com.

 

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