El bañado La Estrella es el sitio perfecto para una vinculación intensa con la naturaleza en estado puro. Elegido como una de las Siete Maravillas Naturales Argentinas, es un reservorio de biodiversidad muy cotizado mundialmente. Perfecta combinación de paisajes, historia, cultura y riqueza natural.
Por Ricardo Gotta
Fotos Gentileza Ministerio de Turismo de Formosa
El sol se recuesta sobre el horizonte de champales que, con su sequedad, despegan del espejo de agua que refleja el colorido múltiple del cielo al atardecer.
Sí, el paisaje es tan perfecto que parece una atractiva narración de ficción. O, mejor, una perfecta pintura de la naturaleza. Bellísima imagen, pero bien real, la del bañado La Estrella, en el corazón de la provincia de Formosa. Una de las Maravillas Naturales de Argentina, y no solo porque así lo determinó una campaña popular propiciada por la fundación New 7 Wonders of the World, que se asentó en el objetivo de “promover la calidad ambiental, fomentar el conocimiento masivo de lugares de imponente belleza natural y difundir el patrimonio cultural”.
Si la intención es la vinculación intensa con la naturaleza y la desconexión de la vorágine urbana, parece ideal esta región del noroeste argentino, que es uno de los más importantes reservorios de la humanidad. Su superficie de 400.000 hectáreas la convierte en el segundo humedal más grande de la Argentina y en el tercero del continente, luego del Mato Grosso brasileño y los Esteros del Iberá en Corrientes. Un sitio tan hermoso y particular que hasta ha sido llamado la “Venecia selvática”.
El Proyecto La Estrella, desarrollado por la provincia, data del año 2012. Justamente, la Convención sobre los Humedales los define en forma amplia como “las extensiones de marismas, pantanos y turberas, o superficies cubiertas de agua, de régimen natural o artificial, permanentes o temporales, estancadas o corrientes, dulces, salobres o saladas, incluidas las extensiones de agua marina cuya profundidad en marea baja no exceda de seis metros”. Los humedales desempeñan funciones tales como el control de inundaciones, reposición de aguas subterráneas, estabilización de costas, protección contra tormentas, retención de sedimentos y nutrientes, mitigación del cambio climático, depuración de las aguas. Además, brindan numerosos productos muy valiosos como fruta, pescado, crustáceos, animales silvestres, resinas, madera de construcción, leña, cañas para techos y trenzar, forraje para animales y tantos otros.
Son, definitivamente, un reservorio de biodiversidad, un tesoro de la naturaleza, por lo que concitan la mirada ávida de quienes vislumbran el futuro de la humanidad más allá de nuestros días: a pesar de que estos ecosistemas de agua dulce cubren únicamente el 1 por ciento de la superficie terrestre, contienen más del 40 por ciento de las especies del mundo y el 12 por ciento de todas las especies animales. Una riqueza increíble. Se les asigna un rol clave como sustento de los peces y de la pesca. Además, informes de organismos internacionales refieren que el eventual decrecimiento del agua, en cantidad y calidad, en estas regiones implicará el deterioro de la salud humana mundial. Son también regiones importantes por su riqueza religiosa, histórica, arqueológica y cultural.
El bañado La Estrella ocupa una franja de unos 220 km de largo por 20 km de ancho en la ecorregión del Gran Chaco, sobre los ríos Pilcomayo y Bermejo, atravesándola en dirección noroeste-sudeste, paralela a la frontera con Paraguay, sobre la línea imaginaria del trópico de Capricornio. Se origina por el desborde de esos ríos, y su caudal depende del régimen de lluvia. En su seno, en el asentamiento Bartolomé de las Casas, habitaban comunidades indígenas pilagás, que en la actualidad conviven con tobas o wichís, muchos de ellos reconvertidos en guías. Aunque desde sus precarios asentamientos también fabrican artesanías (caminos, tapices, cortinados, vestimentas, bolsos…) aprovechando la lana de las ovejas que ellos mismos crían, o realizan otras labores relacionadas con la pesca o la ganadería. Son famosos los canastos producidos con madera de palo santo y algarrobo.
UN VIAJE ALUCINANTE
Hay distintas formas de reconocer el bañado. Una es desde la propia capital provincial: diversas agencias organizan excursiones guiadas. Claro que el turista también puede llegar con vehículo propio hasta poblaciones cercanas y desde allí, realizar paseos y caminatas en senderos o también en botes o canoas. Se recomienda llegar desde Formosa por la ruta 81 hasta Las Lomitas (300 km) y luego seguir hacia el noroeste por la asfaltada RP 28 (35 km): la “señal de llegada” es el primer bañado que aparece a un costado de la ruta. En ese preciso momento, podrán observarse diferentes especies de aves, carpinchos y yacarés, como así también osos hormigueros, aguarás guazúes, corzuelas y ñandúes. E inclusive muchas otras especies (algunas en extinción) como nutrias gigantes que llegan a medir 1,80 metros o el tapir mbeorí o amazónico. Al bañado se lo considera “un santuario de vida silvestre”, ya que allí conviven aves como la cigüeña jabirú y garzas, entre más de 350 especies, en un impactante hábitat natural.
Ese equilibrio entre el hombre, la fauna y la flora constituye un espectáculo particularmente bello, incomparable. Por caso, allí se pueden encontrar los “champales”, como se denomina a los árboles muertos sin cortezas que el tiempo reviste con musgos, algas y exuberantes enredaderas, ya que por las lluvias y los desbordes buena parte del año se encuentran sumergidos.
Se trata de una “exclusividad” muy particular del bañado formoseño, que suele ser visitado haciendo base en Las Lomitas, donde “el diablo hizo especialización”, como suelen decir en tono de broma sus casi 13 mil habitantes. Es una de las ciudades más calurosas de la Argentina, ya que en pleno verano los termómetros suelen ascender hasta 50 °C. Poblado cabecera del departamento Patiño, toman litros de tereré por día y viven fundamentalmente del cultivo de fruta, como sandías, melones y frutillas, y de la ganadería. También del turismo, claro, para lo cual tienen su infraestructura de alojamiento y hoteles, servicio de gastronomía y de agentes turísticos.
Su nombre se refiere a las suaves ondulaciones del terreno de los alrededores. Se fundó en 1914 y creció a la vera del ferrocarril que unía la capital provincial con Embarcación, en Salta: justamente la vieja estación es uno de los sitios de interés. Otros son el Parque de los Niños, el Paseo Modesto Meza (sobre la céntrica avenida San Martín), el Paseo de la Amistad (en la Costanera) y la Iglesia Nuestra Señora de la Merced.
También se puede llegar desde Ingeniero Juárez, que originalmente se llamó Comisión de Fomento. Se encuentra a 158 km en tránsito por la RN 81, camino a Salta y Jujuy, a unos 460 km de la capital. Una característica propia es que una tercera parte de sus 16 mil habitantes pertenece a las etnias toba y wichí. Otra tiene que ver con la gran cantidad de algarrobos, palos santos y palos borrachos con que cuenta en su periferia.
Claro que también se puede acceder al bañado por Fortín La Soledad, que se halla a 70 km por RP 32 en dirección norte. Los últimos 30 km son de tierra, ingresando al bañado. Una alternativa es el acceso desde laguna Yema, el menos utilizado, por la RP 37, con sus también 30 km sin asfaltar.
En definitiva, de una u otra forma, inclusive combinando el paseo con otras regiones del Chaco húmedo como el Parque Nacional Pilcomayo o la Reserva Guaycolec, los visitantes encontrarán un lugar estupendo para zambullirse en un infinito baño de naturaleza, en un territorio virgen de una belleza estremecedora. Un sitio que enorgullece a toda Formosa, ya que es su atractivo turístico por excelencia, más aún luego de que el voto popular lo haya convertido con absoluto merecimiento en una de las siete Maravillas Naturales de Argentina.
DATOS ÚTILES
CÓMO LLEGAR
En auto. El bañado La Estrella se encuentra a 1450 km de Buenos Aires: se llega por la RN 9 (Panamericana, ramal Escobar), autopista Rosario-Santa Fe, RP 11 hasta Formosa capital, RN 81 hasta Las Lomitas y RP 28. En ese trayecto se traspasarán nueve peajes.
En avión. Aerolíneas Argentinas mantiene dos vuelos diarios a Formosa. El aeropuerto internacional de Formosa, El Pucú, está ubicado unos 7 km al sur de la ciudad. También Las Lomitas tiene su aeropuerto, Alférez Armando Rodríguez, 3 km al este de la ciudad.
En bus. Las empresas que llegan son Godoy, El Pulqui, El Cometa, Crucero del Norte, Itatí, Águila Dorada, Plus Ultra, Flecha Bus y otras según el destino.
ALOJAMIENTO /SERVICIOS
Tanto en Formosa capital como en Las Lomitas, en Ingeniero Juárez y en las demás poblaciones de la región, existe importante variedad de alojamiento, como así también la posibilidad de optar por campamentos privados o públicos. En las localidades citadas funcionan alojamientos, estación de servicios, restaurantes y centros sanitarios.
CLIMA
El clima es subtropical con una marcada diferencia en el régimen de lluvias –que se suelen dar en verano– entre el este (más lluvioso) y el oeste (más seco). En toda la provincia se registran altas temperaturas durante buena parte del año, con escasos días de frío en invierno.
RECOMENDACIONES
• Es necesario verificar el nivel del agua en el bañado antes de viajar.
• Llevar agua potable, botas de lluvia, sombrero, protector solar, repelente.
• Tener precaución con ciertas especies de fauna como víboras, yacarés, arañas, etc.
• Para observar la vida silvestre, los mejores momentos son el amanecer y el atardecer.