Santos y Royce sorprendieron a los fans de la bachata al mantener en absoluto secreto el proyecto, sin sencillos previos. El álbum está conformado por trece temas inéditos, compuestos por Romeo Santos, y cuenta además con la pluma de Prince Royce en cuatro de ellos.
Santos encabezó absolutamente toda la producción del LP, jugando con los arreglos tradicionales del género y modernizando mediante la fusión de otros ritmos como el R&B y los beats urbanos.
“Dardos” es un tema en el que Santos y Royce exploran el R&B mediante un arreglo musical contemporáneo que fusiona afrobeat, ritmos tropicales, violines y diversas guitarras. La lírica moderna explora la jerga dominicana y utiliza la astrología como recurso narrativo para definir los rasgos de personalidad de los protagonistas de una relación tóxica, así como el despecho, las heridas y las faltas que deja en la persona amada.
En “Jezabel”, Santos y Royce nos envuelven en una historia de pasión e incorporan elementos de R&B y beats de reggaetón, lo que refuerza la narrativa del tema. Por su parte, en “Ay, San Miguel!” los artistas rinden tributo al Caribe y sus ritmos, haciendo un guiño a la bomba puertorriqueña.
El álbum cierra con “La Última Bachata”, que incorpora destellos del bolero de antaño y una estética sonora vintage, rindiendo un tributo luctuoso a algunas de las voces más emblemáticas de la música global: Selena Quintanilla, Michael Jackson, Jenni Rivera, Prince y los íconos dominicanos Yoskar Sarante y Ruby Pérez.
Líricamente, la producción transita entre el español y el inglés, incorporando este último en historias que nos trasladan a Nueva York, cuna de los intérpretes y epicentro de la dominicanidad en Estados Unidos.
Los temas incorporan referencias líricas contemporáneas y jerga actual, pero sin dejar la inconfundible carga poética propia de Santos, guiado por el poder narrativo de cada verso, que cuenta historias de amor, desamor, deseo y profunda vulnerabilidad.
La producción incluye tan solo una colaboración: “Menor”, junto al artista emergente dominicano Dalvin La Melodía, lo que conecta a tres generaciones de amantes de la bachata.
