Juan Colombato es uno de los artistas visuales más trascendentes del periodismo argentino. Sus retratos, ilustraciones e infografías, desde hace más de dos décadas, le ponen acento a hechos y personajes desde su original visión y su filoso arte. Este miércoles 20 de noviembre inaugurará su primera muestra, un encuentro que esperó 20 años en concretarse, y que se titula “Retratos incómodos”. Será a las 19:00, en Ciendías galería de arte, en 220.Cultura Contemporánea (Plaza de la Música, Costanera esquina Mendoza, Córdoba Capital). Podrá verse hasta fin de año.
La muestra incluye 30 retratos de personajes de la política, la cultura, músicos, filósofos, y pintores. Colombato le dice a CONVIVIMOS que “todos los retratos son parte de la cultura, porque la política también es cultura” y apunta que “conceptualizo rasgos de la personalidad, más algún elemento, una lírica, para que se entienda por qué lo estoy ilustrando”.
En su carrera, trabajó como jefe de infografía e ilustración del diario La Voz, Argentina (1997-2023), y colabora para distintos medios de Argentina, España, Italia, Holanda y Brasil, entre otros. Entre ellos El País (España), La Razón (España), revista Mongolia (España), Clarín (Argentina), La Nación (Argentina), Caras y Caretas (Argentina) y la revista Rolling Stone (Argentina). Sus trabajos fueron reconocidos por la SND (Universidad de Syracuse, Nueba York), Malofiej (Universidad de Navarra, Pamplona), ÑH (España y Portugal), BID y Adepa (Argentina), con más de 70 premios internacionales.
- Es tu primera exposición de retratos. ¿Por qué esperaste 20 años?
Por hacer un clic. Siempre me consideré artista generalista o plástico, pero siempre me dediqué a la gráfica en medios periodísticos. Lo que hacía era para medios de Argentina y el exterior y no para una galería de arte.
- ¿Cómo trabajás?
En la evolución de mi trabajo, pasé de hacerlos más digital a más tradicional. Primero hago un boceto a mano en la búsqueda de la lírica y luego hago un ida y vuelta con el periodista. El original está totalmente hecho a mano, con la idea de poder mostrar mi trabajo original, que sea palpable. Ahí se me ocurrió la muestra, porque no era una copia, sino el original mío.
Además, mi estilo tiene un nivel de detalle que, en la publicación de los medios, perdía calidad. Si bien yo pensaba en que calidad serían impresos, no tenían la misma calidad que el original, este fue otro aspecto que me llevó a pensar en exponer.
Con estos dos puntos me imaginé hacer la exposición. Primero, tener un material para exponer, y, por otro lado, llevar algo que es de un artista gráfico a todo el público. Cuando los hacía me parecía que era algo más que solo para la gráfica. Le trataba de dar un nivel superior, que no fuera solo algo para que se publicara en un diario y que después termine en la parrilla. Hacia algo que a la gente le diera ganas de guardarlo, de colgarlo. Por mucho tiempo hice esto con ese objetivo.
“A los retratos leS trataba de dar un nivel superior, que no fuera solo algo para que se publicarA en un diario y que después terminE en la parrilla”.
- ¿Cuándo se produjo el clic?
Siempre quise ser pintor, artista plástico y me llevó un tiempo definir si esto puede ser considerado arte. Estaba no muy convencido de mostrar el material para exponerlo en museos o galerías de acá o Buenos Aires. Si bien había buena aceptación, no había lugar. Hasta que me encontré con el galerista Sebastián Pastorino, que creyó en mí desde el comienzo. Me dijo que tiene una carga simbólica muy grande y abarca todos los públicos. Él sabía que lo que tenía era de la calidad para ser exhibido en una galería.
- ¿Por qué retrataste a estos personajes?
El 80 por ciento son retratos a pedido. Tengo una larga carrera como periodista. Los retratos que hacía eran propuestas personales. Si bien eran para medios, eran propuestas mías. Lo que tienen estos retratos no es sólo dibujar el rostro de una persona conocida, sino que tienen un mensaje, es una ilustración conceptual, tiene un concepto. Es un rostro que dialoga con la personalidad del personaje o con un hecho noticioso o real que haya ocurrido con ese personaje. Conceptualizo rasgos de la personalidad, más algún elemento, una lírica, que se entienda por qué lo estoy ilustrando. Todo ese proceso lo hago con personajes con algún aniversario. Muchos son del diario de La Nación, “los retratos de la Pag 2”, el domingo, una columna ilustrada. Al personaje de la semana lo elijo yo y le doy la orientación. Obvio que leo mucho y estudio el personaje. Ilustro personajes, no temáticas. Y cuando son a pedido, hago la propuesta yo. También se exponen algunos que hice porque tenía ganas: Hay un Hitler, un Freddy Mercury y un Einstein.
“Lo que tienen estos retratos no es sólo dibujar el rostro de una persona conocida, sino que tienen un mensaje, es una ilustración conceptual, tiene un concepto”.
- ¿Cuántos retratos se exponen?
Se exponen 30 retratos, distribuidos temáticamente, según políticos internacionales, políticos que trascienden su país, como Milei o CFK que ya son personajes del mundo, y personajes de la cultura, músicos, filósofos, y pintores. Todos son parte de la cultura, porque la política también es cultura.
- ¿Por qué el retrato incómodo?
Es un retrato que también podría definirse inquieto. El personaje no está quieto mostrando sus rasgos, este soy yo, sino que se establece un diálogo con lo que hizo o lo que aconteció. La persona no está reposada, relajada, más bien está en un lugar que no lo deja estar cómodo. Como no es un retrato reposado, se relaciona con una narración, no se lo puede ver separado de esa narración.