A pesar de haberse retirado hace unos meses como primera bailarina del Teatro Colón, Karina Olmedo no tiene pensado abandonar los escenarios. Tal es así que se estará presentando en la Gala de Danzar por la Paz.
Se siente en total plenitud por haber tomado la difícil decisión de cerrar un ciclo, pero aún no tiene definido cuáles serán sus siguientes pasos. “Por el momento no lo pensé. En la vida las cosas me fueron surgiendo a medida que la iba transitando. Mi sueño no era ser primera bailarina, a mí siempre me dio mucha felicidad bailar, y eso me fue llevando. Voy a seguir haciéndolo, no me canso de entrenar, me gusta hacer clase, estudiar…Tengo hambre de seguir aprendiendo y bailando”, le cuenta a Convivimos. Tiene la certeza de que para la próxima etapa desea fusionar el ballet con el teatro. “Ir creciendo como artista me permitió entender que ambos lenguajes van de la mano. Aunque solo esté en la imaginación de lo que va bailando. Hay un mensaje y una circunstancia”, cuenta.
Asegura que para la formación de un bailarín los referentes son importantes, “sin tradición un teatro no funciona”. En su caso, rescata haber sido educada por una maestra que le mostró que sobre todo estaban la disciplina y la dedicación por lo que hacía. También supo aprender de ver con fascinación a las mujeres que ocupaban los roles centrales.
¿El último ballet que viste?
Coppelia.
¿Uno que recomiendes?
Onegin.
Danzar por la Paz
Quinta edición de este evento a beneficio de Unicef que reúne a las compañías más importantes del país para ser voceras de la paz y de la no violencia. Clásico, contemporáneo, folklore y neoclásico en una misma noche.
2 de octubre, Teatro San Martín, Buenos Aires. 1° de diciembre, Teatro del Bicentenario, San Juan.
