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MANDY LEROUGE: “ME GUSTA LA MANERA DE COMPARTIR DE LOS ARGENTINOS”

El folklore sacudió la vida de esta joven francesa, que tras enamorarse de sus sonidos y de la forma de vivirlo de los argentinos, tomó coraje para dedicarse a la música. Hoy, desde Marsella, está a punto de lanzar su nuevo disco con canciones de este lado del océano.

Fue por los caballos, que Mandy Lerouge supo que existía la Argentina. Criada en los Alpes franceses, buscaba datos de estos animales en libros que siempre mencionaban al país. Más tarde, el tango la trajo a estas tierras, donde en un viaje en colectivo de Salta a Jujuy descubrió los colores de los cerros norteños y los sonidos del folklore nacional. Era 2014 y esta joven nacida en Francia se había enamorado de las zambas y las chacareras, pero todavía le faltaba conocer el chamamé, el género del litoral que le cambió la vida. “Un año después, fui a un concierto del Chango Spasiuk. No conocía nada de él, ni siquiera hablaba español en ese momento. No sé qué pasó, pero fue algo muy fuerte, quería gritar, bailar, llorar, cantar, todo eso al mismo tiempo, sin entender nada de las letras, solo con las emociones de la música. Entonces me dije que si era la segunda vez que la música de la Argentina me generaba algo tan intenso, debía buscar un poco más sobre esa cultura”, cuenta por videollamada desde Marsella en un perfecto castellano. Salvo por la acentuación de “gaúchos” y “maté”, se expresa en “argento”.  

Convirtió su encuentro con el folklore en un disco y una película, La madrugada. Ahora, en marzo, sale su nuevo álbum, Del cerro, con canciones compuestas por Antonietta Pepin, la mujer de Atahualpa Yupanqui. 

  • Con el tiempo, ¿le encontraste una explicación al amor por la Argentina?

No, y tampoco quiero conseguir una explicación racional. Esa es la magia de la música, las emociones que pasan por el cuerpo y el alma, y que no se pueden explicar. Tengo este vínculo muy fuerte con el país, porque también lo tengo con los argentinos y la manera de compartir todas sus culturas. Pongo el ejemplo del Chango, pero hay muchos otros en mi camino con quienes nunca tuve la sensación de ser la extranjera ni de que su cultura debía quedar entre ellos. Al contrario, siempre sentí “Si te interesan nuestras culturas, venite a compartir”.

  • ¿Cómo es la relación de Francia con las músicas más tradicionales?

El vínculo de los franceses es muy diferente. Si usas la palabra “folklore”, puede ser negativo, algo viejo o poco interesante. Cuando empecé con las músicas argentinas y decía que cantaba folklore, los franceses me miraban como diciendo “¿Folklore a tu edad, por qué?”. Me gusta de la Argentina que el folklore es parte del cotidiano. En Santiago del Estero, por ejemplo, todo el mundo canta, baila, toca o hace las palmas. 

  • Allá cantás música argentina, ¿cómo la nombrás? 

Ahora siempre digo “folklore”, antes usaba “música popular argentina”. Mi idea no es hacerme pasar por una argentina, no tiene sentido. Sé que voy a cantar con acento francés y es más interesante hacerlo a mi manera, con mi propia historia y mis otras raíces musicales. Uso una frase para describir lo que hago, que es “música actual de tradición argentina”, una mezcla entre música actual y popular. Porque mi manera de interpretar es muy diferente a la tradicional.

  • ¿Querés ser un puente entre la Argentina y Francia?

No sé si quiero ponerme como un puente. Lo que me motiva y me interesa es encontrar qué puede unir, más que las diferencias. Hay cosas que me gustan mucho de la Argentina, como esa manera de compartir o de tener las culturas tan presentes. También esa cosa distinta pero parecida de la fuerza de los paisajes, algo que inspira mucho a los artistas. 

  • Antes de enamorarte de la Argentina, ¿te dedicabas a la música?

Canto desde la infancia, pero sin aprender, siempre de oído, no fui a la escuela de música. En Francia, tenés que saber escribir y leer música para ser profesional, más aún hace veinte años. Crecí con esa idea en la cabeza, entonces siempre canté en mi casa. También fue gracias a la Argentina, al ver que en el norte argentino hay muchos musicazos que no saben ni leer ni escribir la música y no pasa nada. Hay otra forma de transmitir y es la oral, que es una muy buena manera, porque pasa por el cuerpo. Gracias a ese encuentro con los músicos argentinos conseguí la fuerza para lanzarme, dejar mi trabajo de periodista y dedicarme a full a la música.

  • Pronto sale tu disco sobre Nenette Pepin, ¿qué te sorprendió de ella? 

Investigaba sobre la poesía de Atahualpa Yupanqui que habla de la naturaleza. Entonces surgió el nombre de Pablo del Cerro, descubrí que era una mujer, su esposa, y que era francesa. Me pareció una historia a la vez muy actual sobre lo difícil que es para las mujeres todavía. Tuve la suerte de contactar al hijo de ambos, Roberto Chavero, quien me permitió abrir unas cajas que él jamás había tocado. Allí, en un cuaderno descubrí una obra inédita e inconclusa, que se llamaba La madrugada, que es el título de mi disco que había salido dos años antes. ¡Guauuu! Roberto me dijo “Es una casualidad que no es una casualidad, así que puedes hacer lo que quieras con ella”. Así es que está en el disco.

 

CAFÉ CON EMPANADAS

“El café me encanta. Crecí en la frontera con Italia, así que lo tomo negro y corto”, revela. Además, confiesa que se acostumbró al mate y que en su sangre no hay ADN argento. “Lo que más extraño de la Argentina son las empanadas”, aunque dice que es broma porque ahora se consiguen en Francia, al igual que la yerba, pues cada vez hay más argentinos viviendo allá. Sí anhela el hecho de juntarse para compartir un mate, música o lo que sea. “La forma de ser de los argentinos ya se ve en la manera de saludarse, se dan un abrazo. En Europa no tenemos eso”, sostiene.

NOTAS DESTACADAS:

TRUENO Y FEID SE UNEN EN “CRUZ”

Los dos artistas unen lo mejor de sus mundos musicales en “Cruz”. La canción combina la jerga urbana de Argentina y de Colombia en una historia de traición amorosa.

FITO PÁEZ LANZA “CUANDO EL CIRCO LLEGA AL PUEBLO”

“Cuando el circo llega al pueblo”, se llama el tema elegido por el artista rosarino, como primer adelanto de su nuevo álbum “Novela”. La canción llega acompañada por un videoclip que protagoniza el mismo Fito en el papel de narrador.