Hace 20 años fotografié al papa Francisco, pero no lo sabía… Era el 7 de agosto de 2002, Día de San Cayetano. Jorge Bergoglio, aún arzobispo y cardenal –y todavía sin saber que sería papa–, daba misa frente a una multitud en Liniers.
Yo estaba ahí, cámara en mano… y sin trabajo. La crisis del 2001 me había dejado afuera de las revistas donde colaboraba. Venía de años intensos trabajando para PC User, Insider, Mercado… gracias a la generosidad del gran Tato Rembado. Pero en 2002, todo se había frenado. El país entero estaba en pausa.


Ese día gris de San Cayetano no tenía nada que hacer. Me levanté y dije: “Voy a San Cayetano a hacer unas fotos… y a pedir trabajo, por si las moscas, vio…”. La fotografía digital recién nacía. Salí con un solo rollito, 36 fotos nomás. Cada clic contaba.
Las de ese día no son mis mejores fotos, pero sí son un testimonio. De la fe, del caos, de la dignidad. De un país que estaba de rodillas y de un futuro papa que nunca dejó de estar cerca del pueblo.
Siempre sentí que esa jornada me trajo suerte.
Hoy, a la distancia, me emociona saber que estuve ahí.


Francisco se convirtió en el papa más humanista de la historia moderna. Un argentino que nunca se olvidó de los necesitados ni de sus raíces, que cambió el Vaticano desde adentro, orgulloso de su país y su educación pública. Difícil que haya otro igual.
Hasta siempre, Francisco.

NICO PÉREZ
Fotoperiodista especializado en naturaleza y vida silvestre. Su trabajo ha sido publicado en numerosos libros y revistas, ha recibido premios y ha sido exhibido en galerías de Estados Unidos y Europa. www.instagram.com/nicopereznature