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EMANUEL RODRÍGUEZ: “TODO EL NORTE SE REFLEJA EN LA SERIE”

El actor tucumano debuta en la pantalla con la serie Tafí Viejo. Celebra que la ficción se haya filmado en el interior del país y que muestre la idiosincrasia local.
El actor tucumano debuta en la pantalla con la serie Tafí Viejo. Celebra que la ficción se haya filmado en el interior del país y que muestre la idiosincrasia local.

Emanuel Rodríguez tuvo su primer protagónico en la serie Tafí Viejo. Verdor sin tiempo, y hay una escena que le quedó marcada: la de esa ciudad pendiente del rodaje. “Me queda grabado cómo todo Tafí Viejo se preparó. Cada vez que empezaba a cortarse la calle o aparecían los equipos, la gente estaba esperando el momento y salía, nos ofrecía un mate o sus casas para usar de camarín”, cuenta el actor tucumano y se emociona. 

“Tiene un mensaje hermoso y necesario. Por todos lados de la Argentina se van a ver reflejados”, dice sobre esta serie que significó además su primera vez en la pantalla. “Fue rarísimo verme, experimentar cómo toda esa magia sucede”, confiesa, y asegura que la historia es muy buena, sobre todo cómo está contada. 

En su ciudad, San Miguel de Tucumán, Emanuel tiene un recorrido en la escena teatral y también un consultorio odontológico. Al salir del secundario, empezó con Odontología, pero la actuación latía por dentro y se anotó en Teatro al año siguiente. Fue cursando de manera intercalada, un año cada carrera, hasta que se recibió en las dos. Así hoy, por las mañanas, atiende pacientes; por las noches, se sube al escenario. 

  • ¿Qué destacás de la serie? 

A través de las escenas, uno va conociendo el lugar. Me ha sorprendido que aparece la ciudad y su idiosincrasia a través de la gente. O sea, transcurre una escena y de repente hay un señor típico cruzando la calle, te va mostrando esas miradas, y eso te pone en otro lugar como espectador, hace que estés dentro de la ciudad y en esta ciudad polarizada que muestra la serie, dos sectores muy dispares, una clase alta muy rica y la Villa Obrera. Entonces esa disparidad se nota en los colores: la parte rica es todo campo verde; y la parte amarronada, el ferrocarril oxidado. Se ven mucho las comidas también. Se va contando esta idiosincrasia que nos caracteriza tanto al norte y que hace tanta falta visibilizar. 

  • ¿Faltan historias así en la pantalla? 

No solamente la historia en sí, sino que esté el norte del país, que sea federal. Si yo te pregunto qué has visto que se haya hecho en el norte en sí, no hay, casi no tiene difusión. En general, siempre aparece Buenos Aires, a lo sumo algún lugar de la Patagonia. En la serie, el norte está mostrado de una manera muy linda y no tan linda, me parece que eso es lo que somos. 

  • ¿Se refleja Tucumán? 

Realmente sí, Tucumán y todo del norte, también Salta, Santiago del Estero. Tiene que ver con el equipo técnico local y con la mirada. Uno de los logros que ha tenido el director, Eduardo Pinto, fue instalarse acá en Tucumán unos meses, igual que los guionistas, y en lo que armaron te das cuenta de que están muy atravesados por la magia que tiene la región. 

  • ¿Qué te marcó del rodaje? 

Hay una escena donde mi personaje está devastado, grita y llora en medio de las vías del ferrocarril. Si bien estaba solo cuando la filmé, había más de sesenta vecinos mirando, y yo me quedo con eso. Durante el rodaje, ahí nomás salían bañados y con su mejor ropa por si necesitaban un extra que pase caminando, y no faltaba el que te ofrecía un pedacito de bollo o algo para comer. Eso es lo que me llevo, porque ha sido una cuestión de todos los días, los casi tres meses que ha durado la filmación. Gente muy humilde que ofrecía lo que tenía. Creo que eso se ve reflejado en la serie, esa idiosincrasia argentina que hay que destacar.

  • ¿Dios atiende en Buenos Aires? 

Desde el momento que uno pisa un taller de teatro, a la edad que sea, te dicen que para triunfar tenés que ir a Buenos Aires. Yo, en mi provincia, estoy viviendo un momento muy especial, con una obra que está en cartel hace más de dos años y la serie, que ha sido un sueño hecho realidad. Protagonizar algo con semejante producción sin haberme tenido que ir de mi provincia lo siento como una bendición. Hay que ir a Buenos Aires por el hecho de que las grandes productoras están allá, acá no existe ni la figura del manager. Ojalá que la serie funcione también como una puerta para conectarnos y descentralizar lo que tiene que ver con la actuación.

  • ¿Qué soñás? 

Me encantaría estar en otro proyecto similar a este, donde contar una historia hermosa que deje alguna enseñanza, resonar con el corazón del otro y poder establecer puentes de conexión de mi provincia con Buenos Aires y el país. También poder combinar el teatro y lo audiovisual. Y si te soy sincero, mi sueño es poder pisar los escenarios de Buenos Aires que siempre he querido, también filmar una película o trabajar con algunos actores que considero increíbles como [Diego] Peretti, [Juan] Minujín o [Ricardo] Darín.

 

CAFÉ CON CÁBALA  

“Me gusta caliente y sin endulzante. ¡Así como viene!”, dice y revela su cábala: “En mi casa siempre lo tomo en la misma taza y antes de ir al teatro a dar función. Preparo todo, tomo el café tranquilo y me voy”.Tafí Viejo. Verdor sin tiempo, dirigida por Eduardo Pinto y con Laura Grandinetti como coprotagonista, es una especie de Romeo y Julieta, donde además de la historia de amor entre dos jóvenes de distintas clases sociales, se habla de las raíces culturales y el respeto por la tierra; y de la economía local, con los ferrocarriles y la industria citrícola. Está disponible en Flow.

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