La felicidad está muy relacionada con la libertad”, expresa Sergio Zabala, quien asegura encontrarse con ambas cuando hace música. Por eso, el guitarrista y compositor llamó a su nuevo disco Libre en el sonido. Desde chico, en su casa de Concarán, en San Luis, disfrutaba de tocar encima de sus temas preferidos; ahora encuentra la plenitud en el estudio de grabación cuando sus propias canciones cobran vida. “Estar en el medio de la cocina es mi estado favorito”, confiesa a días de la presentación oficial del álbum, el cuarto de su etapa solista.
Su carrera comenzó al lado de su padre, con el Dúo Puntano, cuando tenía 8 años. El día que su papá se quedó sin compañero, Sergio ya se sabía todo el repertorio y fue el reemplazo indiscutible. Juntos grabaron tres cassettes y el recuerdo es indeleble. Tan así, que inmortalizó un momento compartido en la portada del reciente disco, que en la canción de cierre retoma un fragmento grabado con él hace treinta años. “Es un guiño a que aquellas sensaciones de felicidad se relacionan con el estado actual en el que me encuentro”, revela.
- ¿Qué sentís con este nuevo disco circulando?
Pura felicidad, y la alegría de soltarlo, de compartirlo, como un juguete nuevo cuando éramos chicos, querer abrir el juego para que todos sean parte de eso. Pero también da mucho vértigo y una suerte de angustia, porque mi estado favorito es cuando estoy trabajando, en la grabación, en la producción. Al mismo tiempo ya estoy pensando en un disco nuevo que quizá grabe a fin de año. Siempre trato de estar en contacto con esa área que es donde más cómodo me siento.
- ¿Por qué hacer un disco en la “era de los singles”?
Uno pasa horas y horas trabajando en el audio, para que después una persona escuche desde el celular, es como ponerle soda a un vino carísimo, un desperdicio. Pero más allá de la finalidad que cada oyente le dé al trabajo, en lo personal es una necesidad. Me resulta importante no solo la lista de canciones, sino sentir que hay un cuento, que hay un hilo conductor entre cada una, por qué empieza con esta canción, por qué termina con esta otra. Me imagino que es como escribir una novela. Es más una cuestión de necesidad propia y no tanto especulativa o de ir atrás de una moda a nivel industrial. Más allá de que para las plataformas es igual que saque un álbum o un single, en lo personal no lo es.
- ¿Qué concepto tiene el disco?
Tiene que ver con mis inicios, por algo la portada es una foto de mi padre y yo a mis 11 años. Treinta años parecen nada, pero no, fueron mucho camino, sobre todo el trabajo, la dedicación y la idea de seguir, de no perder nunca el asombro, la mentalidad más lúdica a la hora de abordar un disco, un grupo, lo que sea. En este álbum se puede ver ese juego, se ha grabado prácticamente todo en vivo. Hoy, además de ser la era de los singles, con las posibilidades que te da la tecnología, una sola persona puede grabar todos los instrumentos en su casa, pero yo necesitaba traer la sensación de que la música está latiendo en vivo con las personas que están tocando en el preciso momento en el que se aprieta la tecla “REC”. Por otro lado, además de composiciones propias, hay versiones, como “Construcción”, de Chico Buarque, canciones que tienen mucho que ver con mi forma de ver la música, aunque yo me he dedicado al folklore más que nada. La idea es traer esos temas a mis paisajes, acercarlos con versiones distintas a las originales, pero siempre tratándolos con mucho respeto, que no se modifiquen ni la melodía ni la letra, sino la vestimenta, y cantarlos a mi modo.
- ¿Buscás que tus canciones perduren en el tiempo?
Es el deseo más genuino de cada compositor. Sin embargo, cuando trabajás no pensás “Esto lo voy a hacer para tal público”, es imposible así. Considero que uno está conectado con un pensamiento, con un inconsciente colectivo. Con mis canciones, trato siempre de estar despierto, alerta ante las problemáticas actuales, intento que sean relatoras del momento que estoy viviendo. La intención desde el corazón es que las canciones puedan ser disfrutadas, a mí me emociona que un tema emocione a una persona, con alegría, melancolía o el sentimiento que le surja.
- Para que las canciones sean relatoras, ¿el folklore es el género ideal?
Si bien tengo una raíz de mucha música argentina, a la que me he dedicado esencialmente, no considero que se trate del género. Uno puede expresar a través de un dibujo, de una guitarra o de una cámara todo lo que desee y tenga para decir, más allá de que sea una zamba o vals vienés. No soy, entre miles de comillas, un nacionalista en ese sentido, me importa mucho más el mensaje y lo genuino del mensaje que el empaquetado.
CAFÉ CON PRESENTACIÓN
“Me encanta el café, lo prefiero negro y sin azúcar, para saborear lo más puro. Pero por razones de salud, hace un tiempo tuve que dejarlo. Ahora estoy empezando a tomar de nuevo, pero cortado con una gota de leche”, cuenta Sergio ultimando detalles técnicos para las fechas que tiene por delante. Después de llevar las nuevas canciones a San Luis, el 19 de octubre, la presentación oficial del disco será el 23 de octubre en el Centro Cultural Rojas, en CABA.