La empresaria y creadora de la etiqueta Carla Danelli regresó al rubro de la marroquinería con Sentèz, una marca de carteras y accesorios que cautiva a una audiencia amplia y audaz, de España a la Argentina.
Foto: Pato Pérez
Empezó a trabajar a los 19 años siguiendo los pasos de su padre artesano y marroquinero, Marcos Epszteyn, cuando fundó en 1989 y desde Paternal, Buenos Aires, Carla Danelli. Esta fue una de las primeras marcas de diseño de carteras en la Argentina que llegó a exportar a América Latina, Estados Unidos y Europa, en importantes tiendas departamentales como El Corte Inglés y las galerías Rinascente (Milán) y Lafayette (París). Cuarenta años después, en 2018 Claudia Epszteyn retomó su métier desde Madrid, con un proyecto de accesorios de cuero de lujo. Hoy, la marca vende sus carteras triangulares –las más vendidas y singulares– con impresiones digitales sobre cuero y colores estridentes que despiertan pasiones a ambos lados del Atlántico a través del e-commerce, el shopping Patio Bullrich, en ciudad de Buenos Aires, y multimarcas distribuidos por el país.
- ¿Cómo comenzaste este nuevo proyecto?
La marca significa “síntesis” en haitiano y representa la condensación de todo mi expertise de más de cuatro décadas. Empecé en España con la excusa de vivir allá de manera itinerante. Abrimos el primer local en Madrid, en 2019, con la idea de desarrollar productos de lujo accesibles que funcionaran como acentos en el look. A partir de esa inauguración y la respuesta de los españoles y turistas norteamericanos, vi el potencial que tenía Sentèz, que superó hasta el plan de negocios más alocado. Luego probamos suerte en Tranoï, en París, y también en Milán, en febrero de 2020, con muy buenos resultados, y me volví a Buenos Aires para hacer varios cambios sobre algunos pedidos hechos en Europa, cuando me agarró la pandemia en el país.
- Y allí la marca tomó un nuevo rumbo…
Fueron meses tremendos. Tenía cajas con productos listos para mandar a España que iban a tener que esperar y estaba decidida a vender todos los muebles y activos de mi oficina en Buenos Aires, pero a la par, cada vez recibía más mensajes de Instagram del público argentino que quería nuestros productos. Además, me empezaron a contactar un montón de trabajadores que me conocen de toda la vida y que habían quedado sin empleo por cierres o disminución de personal. Me decían que querían trabajar conmigo, así que ante la demanda y la posibilidad de actuar como puente, le dimos para adelante al proyecto en Argentina para empezar a producir y vender on-line.
- ¿De qué se trata la identidad de la marca?
“Sentèz tiene un espíritu joven, tecnológico, colorido y fácil de llevar. Nos apasiona la novedad”.
Siempre tuve pasión por el futuro y la novedad. Soy cero nostálgica, y eso se refleja en Sentèz, que tiene un espíritu joven, tecnológico, colorido y fácil de llevar. Cuando trabajaba en Carla Danelli, creé la primera cartera de color rojo del país, que causó un rechazo furibundo, cuando los colores que se usaban en carteras eran negro, marrón, tostado y azul para las aerolíneas. Además, todo debía coordinarse con el color del calzado y los accesorios. Sentèz es una marca de lujo lúdica, no es algo utilitario ni especulativo, sino que tiene que ver con un producto que te conecta de forma emocional. Y va más allá del producto: reúne a gente canchera y creativa, relacionada con la música y la noche. Me encanta que nuestro público vaya desde adolescentes y jóvenes sin género que se interesan por nuestros accesorios más pequeños y estridentes hasta personas adultas que apuntan a contenedores más funcionales, para cargar todo lo que necesitan a lo largo del día.
- ¿Cuál es el diferencial de Sentèz?
Como me gusta innovar, comencé a probar y desarrollar técnicas que no se encontraran fácilmente en el mercado, como carteras de cuero fluorescente. Sí existen opciones sobre tela o cuero ecológico, pero no en cuero vacuno. El segundo desarrollo tuvo que ver con el estampado digital sobre cuero mórbido anapado, que tuviera muy buena calidad y estabilidad de impresión, y, a la vez, que la piel no perdiera su morbidez. Fueron objetivos que se lograron, pero con mucha inestabilidad técnica, por lo tanto el proceso de experimentación duró casi un año. El tercer desafío fue probar y cambiar materiales para alivianar el peso de los bolsos, lograr que una cartera pesara menos de un kilo. Esto surgió de mi experiencia en el rubro, pero también como usuaria. Hay un universo secreto entre la capa externa de piel y la forrería, y es lo que permite que la cartera tenga estructura, ligereza y perdurabilidad.
- Hace menos de un año inauguraste el primer local en la Argentina. ¿Cuáles son los próximos pasos del negocio?
Con el local del Patio Bullrich pudimos acercarnos a nuestra audiencia y conocer personalmente a todos los que nos escriben a través de Instagram desde que comenzamos y que, de cierta manera, nos impulsaron a lanzarnos en Argentina. Ahora nos preparamos para abrir el segundo local en otro shopping de la ciudad de Buenos Aires, pero que tendrá una identidad renovada, totalmente alineada con el espíritu Sentèz. Queremos lograr un espacio de encuentro y celebración con nuestro público más ligado a las experiencias. Además, tenemos planeados nuevos lanzamientos, como una línea de anteojos, más una acción en colaboración con Stephanie Demner, que es embajadora y amiga de la marca.
CÁPSULA CUSTOMIZADA
En sintonía con su audiencia, Claudia se propuso deconstruir el bolso tradicional a través de “Custom Collection”, la nueva cápsula de bolsos pequeños y coloridos que, entre dos y tres complementos, permite llevar todos los objetos diarios colgados. “Es una forma mucho más lúdica de acercarse a una cartera, se mezclan los colores, las formas, las texturas y las materialidades”, comenta Epszteyn, y agrega que esa idea nació a partir del desarrollo de un minibolso, el Chip, una réplica en miniatura de las carteras triangulares Lyon y Niza, pensada originalmente para las bolsas dispensadoras de las mascotas. “Un influencer nos envió sus fotos con la minibag colgada en su campera y se me abrió la cabeza. A partir de ahí desarrollamos bolsitos que se suman y enganchan, y son furor entre los más jóvenes”, dice.