El historietista argentino que triunfa en el mundo eligió el humor de sus duendes para dibujar la alegría. Con sus coloridos bonetes, le dio forma a la sonrisa con la que Convivimos despide el año y le da la bienvenida al 2022.
La magia de Liniers vive en la tapa de Convivimos. El autor de la exitosa tira Macanudo fue el encargado de ilustrar con humor y mucho optimismo nuestra portada de fin de año. Y lo hizo a través de algunos de sus personajes más queridos: los duendes.
“Cuando me dispuse a dibujar la alegría, mi cerebro me llevó directamente a ellos, porque representan para mí como una especie de humor absurdo. Y, además, me gusta cómo se comunican desde sus bonetes. Ya la palabra ‘bonete’ me genera algún tipo de felicidad, es una palabra graciosa”, dice entre risas en uno de los intercambios que mantuvimos luego de finalizada su obra. “Pensé y se me vino a la cabeza ese loguito de smiley de mi infancia ochentosa, que seguramente los jóvenes verán ahora como un emoji. Así que entre bonetes y el símbolo internacional de la felicidad, apareció la tapa”, cuenta desde Norwich, un bucólico pueblo del estado de Vermont, Estados Unidos, donde se radicó hace algunos años.
¿Pero qué cosas le causan alegría al creador de Enriqueta y el Gato Fellini, y de qué cosas la protege? “La familia y los amigos es lo que me hace bien, es en lo primero que pienso. Si me decís la palabra ‘alegría’, me imagino con mis tres hijas mirando una comedia tonta en la televisión, con mi mujer y con los perritos que tenemos acá dando vueltas”, contesta sin dudar. “Y mi manera de proteger eso fue un poco esconderme en un recóndito lugar del mundo y aprovechar este rato en que los niños son niñitos y el centro del universo son los padres; estar en el medio de un bosque, lejos de las distracciones de las ciudades grandes, y aprovechar a mis hijas al máximo. Traté de apuntar mi vida hacia algo que me hace feliz”, dice sobre la razón de fondo de su residencia en aquel país, donde se mudó para dictar clases sobre historieta latinoamericana invitado por The Center for Cartoon Studies, a lo que luego se sumó la posibilidad de desempeñarse en la prestigiosa Universidad de Dartmouth.
En 2018 Ricardo “Liniers” Siri obtuvo el premio Eisner –considerado el Óscar de la industria del cómic– y el Inkpot Award. Este año publicó el volumen 15 de Macanudo, Flores salvajes, su última novela gráfica, y le dio continuidad al pódcast La vida es increíble, que realiza junto al dibujante chileno Alberto Montt.
TAPAS FAMOSAS
En marzo de este año, cuando empezaba la primavera en el hemisferio norte y se vislumbraba el comienzo del fin de la pandemia, Liniers ilustró la tapa de The New Yorker, una de las revistas más prestigiosas del mundo. Fue la séptima vez que la publicación de culto fundada en 1925 le encargaba la portada. Esta vez su dibujo se situó en las escalinatas del subterráneo de Nueva York, donde aparece un hombre con la cara todavía cubierta con barbijo, y desde donde también emergen unas gigantescas flores. En 2014 ya había elegido el subte neoyorquino como escenario, un transporte público que conoce a la perfección y que, a su vez, le trae reminiscencias de Buenos Aires. Allí, personajes de distintas culturas y creencias aparecían conectados por el “pasamanos”.
Tapas de discos de músicos amigos, como Andrés Calamaro o Kevin Johansen, también llevan sus dibujos. “Tuve la suerte de hacer tapas”, dice con humildad. “Hay una cierta libertad a la hora de trabajar ahí, un espacio más grande del que tengo en la tira; puedo desplegar más el dibujo, y en ese sentido se disfruta mucho. Cuando hago tapas de discos, escucho mucho la música, y cuando hago tapas de revistas, trato de pensar en lo que quiere decir esa revista. Así fue como mi cerebro se animó a hacer esta tapa”, concluye.