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Soledad Pastorutti: “Quiero reivindicar a las mujeres de mi familia”

El amor y las historias familiares recorren los temas de su nuevo disco, el más autobiográfico de su carrera. A días de cumplir 40 años, Soledad elige ritmos latinoamericanos para reivindicarse a sí misma y a las mujeres de su familia. Una voz con raíz y vuelo propio.

Fotos Nati Petri

A veces me llega una melodía y eso me lleva a una historia. Otras, me pasa que empiezan a caerme palabras, una atrás de la otra –taca, taca, taca– sin parar, y si no las escribo, no me puedo dormir”. Soledad dice que le gusta que la inspiración le pique en la yema de los dedos. Que no necesita nada más. Ni nada menos. 

A punto de cumplir 40, siente que alcanzó la madurez necesaria como para recuperar el desparpajo de la nena que fue, para darse el permiso de disfrutar el presente y desear un futuro en el que sus canciones echen raíz más allá de la Argentina y Latinoamérica. 

El futuro de los otros también le preocupa. “Es el gran dolor de mi alma –dice durante la entrevista–. Siento que podría hacer mucho más, que debería, pero creo que mi revolución está en la música y en la sonrisa, ahí está mi acción”. Su voz suena clara y apasionada desde Arequito, entre mate y mate, a la hora de la siesta. 

La tranquilidad pueblerina parece estar acostumbrada a despabilarse con su energía en movimiento. Durante la cuarentena, Soledad no paró. Trabajó desde su casa en los últimos temas de Parte de mí, su nuevo disco, organizó un recital on-line desde el pub más conocido de Arequito, hizo el videoclip de “La Valeria”, en el que participan su abuela y varios famosos; y, por estos días, ultima los detalles del megashow que dará el 12 de octubre en el Movistar Arena de Buenos Aires. Ese día, también por streaming, festejará su cumpleaños, presentará sus nuevas canciones y celebrará por adelantado los 25 años de trayectoria.

  • Tu nuevo disco recorre historias personales, ¿es tu trabajo más autobiográfico?

Yo creo que sí, pero no es el primer intento. Este es otro momento de mi vida, estoy por cumplir 40 años, me siento plantada de otra manera, más segura. Y en un momento de búsqueda de libertad total en la música, apareció Carlos Vives, que hacía tiempo quería que trabajáramos juntos. Me gustó mucho la idea que me planteó y, particularmente, la mirada que tuvo de mí, mucho más amplia. No me puso en un lugar, me ayudó a despojarme de prejuicios y a ser libre al momento de componer, de hablar, de conectarme conmigo y con el resto. En ese sentido, este es un disco que comenzó siendo de búsqueda, pero que después de dos años de trabajo encontró una claridad asombrosa. Por supuesto, después se sumaron Cheche Alara, Juan Blas Caballero y Rodolfo Lugo, porque tenía un bagaje de canciones que quería terminar, y elegí con quién quería trabajar cada una. 

  • ¿Cuál es el concepto, el sentido que le quisiste dar al disco?

El disco es parte de mí, pero es parte de mí hoy. Es la parte que conserva todo lo que aprendió; incluso siento que tiene una mirada hacia el futuro, porque todavía hay mucho más por hacer. Y esta parte de mí es superimportante, no es una parte desgastada, sino totalmente fortalecida, es la que me va a ayudar a unir aquello, lo que pasó, con lo que está por venir.

  • ¿Qué pasó para que esto sucediera? ¿Cuáles fueron los prejuicios que derribaste?

Sentí la necesidad de romper con esa estructura que venía conmigo desde chica, que en algún aspecto no me representaba. Yo siempre la cuidé, porque soy una persona superrespetuosa. Pero me empecé a dar cuenta de que romper una estructura no era falta de respeto, sino justamente respetarme a mí. Creo que tiene que ver con eso. Entonces, mi gran compromiso de unos años a esta parte es que esa nena tan querible para muchos, que hizo tanta revolución, no se quede ahí, detenida en el tiempo. La vida es movimiento. Creo que todo lo que me marcó me enseñó. Me enseñó que no importa si naciste en un pueblo gringo de siete mil habitantes, que es posible que hablando con el artículo “la”, como dice “La Valeria”, también te escuchen en cualquier parte del mundo. Creo que me despojé un poco de esas estructuras. 

“Esta ‘parte de mí’ es una parte totalmente fortalecida, la que me va a ayudar a unir lo que pasó con lo que está por venir”.

“A los 40 a las mujeres nos pasan muchas cosas”, dice Soledad, a quien el cuerpo le empezó a decir “No aguanto más ese ritmo feroz”. De hecho, el año pasado se afectó su voz, tuvo contracturas reiteradas y una esofagitis. Estas señales la llevaron a replantearse si lo que estaba haciendo era lo que realmente quería y a tomar algunas decisiones. Hizo coaching, tomó cursos, comenzó a leer más. “Con el coaching empecé a notar que en mi manera de expresarme estaba todo. Me di cuenta de que no había una intención, que estaba muy dispersa. Así que me puse a ordenar, como cuando ordenás un cajón o un ropero y ves la cantidad de cosas que tenés. Yo nunca había visto todo lo que había logrado. Empecé a verme desde otro lugar y a valorarme, que era lo que no estaba haciendo”.

  • ¿Qué te aportó Carlos Vives en ese sentido? 

Él siente que soy su versión femenina en la Argentina. A mí me llamó la atención, porque muchas de las cosas que él me contaba también me pasaron a mí. Los dos venimos de países latinoamericanos, los dos elegimos hacer una música de raíz. Cuando yo le dije “Mirá, tengo una canción que le hice a mi abuela y le quiero poner ‘La Valeria’”, le conté que había gente que me decía “’La Valeria’ no, porque queda mal”. Pero ¿para quién queda mal?, no queda mal para nadie, yo hablo así. Entonces, ¿por qué al momento de decir o de escribir tomamos tantos reparos?, es mucho más simple la cosa. Ese es el concepto que con Carlos se fortaleció.

  • Las mujeres son protagonistas en el disco. Tu vida parece haber estado marcada por mujeres fuertes. ¿Hay un resurgimiento de la presencia femenina en la canción popular? 

Indudablemente que sí, hay otra presencia femenina en todo. A mí me gusta reivindicar a esas mujeres que han tenido que vivir otra realidad muy distinta a la nuestra. Todavía no hemos logrado el lugar que queremos, pero siento que no debemos dejar de agradecerles a aquellas que han intentado el cambio en una realidad mucho más difícil. En este disco está la intención de reivindicar a las mujeres de mi familia que han sido siempre muy fuertes y que me han marcado muchísimo. Y sí, creo que hoy estamos siendo mucho más feministas, lo aplaudo y lo rescato.

  • ¿Qué heredaste de tu abuela Valeria?

Lo que dice la canción que escribimos con Paula (la cantante brasileña Paula Fernandes): “No sé de quién heredé tanta valentía”. Pensé en ella cuando escribí esa frase. 

  • El disco recoge muchos ritmos y géneros, ¿te costó familiarizarte con alguno en particular?

La verdad que no, porque las canciones nacieron conmigo. Por supuesto, Carlos es increíble, es como si tuviera un shopping lleno de ritmos, les dio una fuerza muy interesante a las canciones. Pero el sonido del acordeón, por ejemplo, es de mi acordeonista; el piano lo mismo, es mi pianista; y nosotros llevamos un percusionista de acá también. Hay una gran parte de mi banda sonando ahí. A mí me encanta la música latinoamericana, siento que es el momento de volver a pensarla. La música es gigante, pero la latinoamericana está pidiendo reivindicación, está pensando algo: pensar una Latinoamérica como un mismo territorio. La cumbia, por ejemplo, que no es originariamente de la Argentina, ¿por qué nos llega a todos? Es un ritmo supersencillo, enseguida empezás a mover la patita. Yo soy santafecina y acá están Los Palmeras, que la rompen y hacen cumbia colombiana. Si algo nos pasa en el cuerpo y en el corazón, ya está. Probablemente, no conocemos mucho de la historia musical latinoamericana, porque tal vez se ha ocultado y se suponía que nosotros no teníamos calidad musical. Eso tenemos que empezar a darlo vuelta.

“Mi gran compromiso de unos años a esta parte es que esa nena tan querible para muchos, no se quede detenida en el tiempo”.

  • Con el disco que te produjo Emilio Estefan en el 99 ya habías intentado una proyección internacional. ¿Qué diferencias hay entre aquel momento y este?

Fundamentalmente, la madurez. En aquel momento fue más intención de la compañía discográfica. Ahora, primero fue el desafío, me encanta. Después, viéndolo como un trabajo, ganar otro territorio me va a permitir tener más posibilidades de elección. Y está el aspecto de no quedarte, me da alegría no quedarme. Si pudiese volver a los 20, serían infinitas las cosas que haría.

  • ¿Cómo ves a Arequito después de conocer el mundo?

Yo podría vivir en cualquier parte del mundo, por esto de los desafíos. Si mañana venís y me decís “Tenés la posibilidad de cantar en Albania”, donde lo único que sé es que cruzando el Adriático está el pueblo de mi bisabuela, capaz que te diga que sí. Pero eso no quiere decir que no vuelva más. Nadie se va del lugar que ama. Este es un lugar maravilloso, en este momento, más que nunca.

  • ¿Son de repartirse los roles en tu casa?

Más allá de esta pandemia, no soy una persona que sale demasiado, me gusta disfrutar mi casa, me encanta la cocina, desayunar con la computadora, con la guitarra, todos juntos. Con Jere [Jeremías, su marido] nos repartimos mucho. María, mi asistente hace más de 20 años, es como una hermana, siempre estamos pensando cosas de la carrera y de la vida. Jere hace mucho del jardín, no solo de mi casa, también de mi hermana y de mi mamá. Los domingos a la noche, por ejemplo, no armamos cena porque venimos de almorzar con toda mi familia, siempre están los tallarines y después seguimos con las facturas. A él le gusta hacer omelettes y a las nenas les encantan. Tenemos gallinas, perros, una cabrita, varios animalitos que cuida más él. Pero siempre hay alguien dispuesto a hacer lo que se necesita.

  • Seguís estando muy activa arriba del escenario, ¿cuál es tu rutina de entrenamiento?

Así como soy autodidacta con la música, también con el entrenamiento. No me gusta tener a alguien todo el tiempo encima. Me gusta correr. Salgo cuatro veces por semana o hago unos ocho kilómetros en la cinta de casa. En el verano cambio correr por nadar, me gusta ir al club. Cuando se puede, voy a jugar al tenis con unas amigas. Dos veces a la semana hago biogimnasio y yoga. En todo lo que tenga que ver con la actividad física, me prendo.

  • Cuando el 12 de octubre estés por soplar las 40 velitas, ¿cuáles van a ser tus tres deseos?

Uno, que creo va a ser unánime, es que se termine esta pandemia. El otro, que nos deje una gran enseñanza, la de aprender a vivir mejor, a ser felices con menos y a ser más responsables. Y el tercero tiene que ver con este país maravilloso: que cuando todo esto pase, porque estoy segura de que va a pasar, nos podamos levantar rápido. No son tres, es todo un gran deseo. 

PARTE DE MÍ

Parte de mí –su nuevo disco– contó con la participación de productores de primer nivel, como Carlos Vives, Cheche Alara, Juan Blas Caballero, Claudia Brant y Rodolfo Lugo. Fue grabado en estudios de los Estados Unidos, Colombia y la Argentina, y lanzado por el sello de Sony. En varias de sus canciones la acompañan artistas internacionales de su generación, como Kany García (Puerto Rico), India Martínez (España), Paula Fernandes (Brasil) y Los Auténticos Decadentes.

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