Los padres hacen catarsis con canciones sobre la vida con los chicos, mientras que los niños disfrutan de jugar con los grandes. Conversamos con Los Raviolis, una banda para toda la familia.
Por: Dai García Cueto
Foto: Sebastián Pani
Qué molesta la directora!’ fue lo primero que pensé”, bromea Gabriel Wisznia (42) recordando aquel día de 2012 en que Silvia Taboada le propuso armar canciones junto a otros padres del jardín. Ni siquiera se conocían entre ellos y tenían que juntarse a preparar un show para el Día de la Maestra Jardinera. “Era un perno, de por sí la vida es compleja, hijos, trabajo, lo que faltaba era que te agregaran actividades”, agrega. Pero lo que no sabía “Gabichu” (voz y guitarra) es que se encontraría con grandes músicos y que de allí surgiría una banda para las familias. Se llaman “Los Raviolis”, por el nombre de la escuela de la ciudad de Buenos Aires que los unió, “Profesora Marina Margarita Ravioli”. Completan el grupo Valeria Donati (voz), Bruno Delucchi (teclados), Juan Pablo Esmok Lew (guitarras), Esteban Ruiz Barrea (bajo) y Martín Cicala (batería).
La primera fecha oficial –cuatro años después de aquel acto fundacional– fue bastante improvisada. “Como cuando te tirás a una pileta sin saber qué hay, solo con la certeza de que lo que hacíamos estaba bueno. La preparamos con poco tiempo, sin ensayar en sala y con una batería improvisada, repasamos los temas y armamos algunos nuevos. Ni siquiera sabíamos bien qué íbamos a hacer, pero la gente vino. Fue un espectáculo lleno de adrenalina e incertidumbre, lo llevamos muy relajadamente. El resultado fue maravilloso, la gente sentía esa adrenalina”, cuenta Gabriel. A partir de ahí se empezó a correr la bola de que existía una banda para chicos que cantaba temas sobre cosas de la cotidianidad que hacen sufrir a los padres, y así, por ejemplo, ¿Por qué no te mandé al turno tarde? se convirtió en uno de los hits.
Mientras siguen trabajando en el nuevo material, con lanzamientos mensuales de los temas, el próximo 24 de agosto se presentan en Vicente López; y el 9 de septiembre, en Buenos Aires. Para estas canciones se animaron a complejizar las temáticas, entre ellas, abordan la identidad sexual.
“Uno vive corriendo, entonces intentamos aportar ideas que brinden calidad al día, porque ya casi no hay momentos de comunicación”.
CAFÉ CON HIJOS
Todos los integrantes tienen descendencia y en total suman doce hijos, que van desde bebés hasta adolescentes. “Gabichu” toma café y prefiere el ristretto, pero la banda es del mate, siempre amargo y con cebador rotativo. “En todos los ensayos y antes de cada recital hay un termo y un mate”, confiesa el autor de la mayoría de las canciones. Tampoco falta para las giras, y entre un verde y otro, el viaje en combi se convierte en un momento compositivo por excelencia.
EPÍGRAFE DE LA FOTO: La banda completa en un descanso del ensayo. “Gabichu” adelante y a la izquierda.