Era catamarqueรฑa, habรญa nacido en Ancaste, en 1809, un poquito antes que la patria, y pasรณ a la historia por haber encabezado una revuelta conocida como la โRevoluciรณn de las Mujeresโ para restablecer el orden constitucional. De hecho, durante las pocas horas que Eulalia precisรณ para normalizar la situaciรณn y entregar el mando, se convirtiรณ en gobernadora. La primera gobernadora de una provincia argentina. Pero veamos cรณmo se dieron los hechos.
Aunque en su vida debe haber hecho muchas cosas relevantes, lo primero que sabemos de Eulalia Ares es que se educรณ en el Colegio de las Carmelitas, que manejaba los negocios que le habรญa dejado su padre al fallecer, que se hizo cargo de sus hermanas menores y que se casรณ con Domingo Vildoza, con quien tuvo siete hijos. Esto no fue garantรญa de vida domรฉstica para Eulalia, que lejos de mantenerse dentro del hogar, dedicada exclusivamente a la crianza de sus retoรฑos, no dudรณ en tomar las armas cuando fue necesario.
Para entonces ya corrรญa 1862 y Catamarca era gobernada por Moisรฉs Omill, quien debรญa ser reemplazado por Ramรณn Correa, que habรญa sido elegido constitucionalmente. Pero Omill no querรญa dejar el poder (ยฟles suena conocido?), y por esos dรญas directamente vetรณ la ley sancionada por la legislatura y decidiรณ continuar ejerciendo como gobernador. Como era obvio, Correa protestรณ y no solo eso, sino que consiguiรณ el apoyo del entonces general Vildoza y otros militares, lo que finalmente generรณ un enfrentamiento entre las tropas.
La suerte no estuvo con Vildoza, que fue derrotado y tuvo que exiliarse en Santiago del Estero. Pensando que nada ni nadie iba a detenerlo, el 10 de agosto Omill se hizo elegir gobernador constitucional, lo que generรณ la indignaciรณn de doรฑa Eulalia, quien, ni lenta ni perezosa, decidiรณ ir a Santiago del Estero para comprar armas y se encargรณ de conformar un pelotรณn de 23 mujeres.
El 18 de agosto de 1862 a la medianoche, Eulalia y las demรกs se encontraron en la iglesia y cambiaron sus faldas por ropa de hombre. Con 53 aรฑos, ella misma se puso al frente de este grupo de seรฑoras armadas con fusiles y tomaron por asalto el cuartel del Cabildo sorprendiendo a la pequeรฑa guardia que dormรญa tranquilamente. Dicen las crรณnicas que de allรญ marcharon con apoyo popular a la casa del gobernador y que โOmill se fugรณ en paรฑos menores, con los pantalones en la manoโ. Parece que Eulalia intentรณ detener al gobernador pistola en mano, pero la custodia abriรณ fuego y don Moisรฉs aprovechรณ para huir saltando las paredes del fondo de su casa a pedir ayuda a los frailes del convento de San Francisco, quienes le prestaron un hรกbito de monje y un caballo para que huyera a Tucumรกn.
Mientras llegaban Vildoza y sus hombres, durante diez horas, Eulalia fue la primera mujer gobernadora de una provincia argentina. Aunque el tiempo era escaso, le alcanzรณ para tomar algunas medidas, tales como ordenar rezos de acciรณn de gracias por el triunfo de la revoluciรณn, que se engalanaran los frentes de las casas y que se distribuyeran limosnas a los pobres. Convocรณ tambiรฉn al Cabildo y organizรณ el plebiscito que designรณ como gobernador provisorio a Pedro Cano hasta el regreso del titular, Ramรณn Rosa Correa. Reciรฉn entonces Eulalia y las demรกs mujeres entregaron las armas.
