ยฟPor quรฉ lo queremos tanto? Serรก por su permanente coherencia y su compromiso con las buenas causas; por su excelente y vibrante literatura que nos incluรญa, que nos hacรญa sentir cรณmplices de sus pensamientos, de su surrealismo, de sus miradas del amor, de la polรญtica, del cine, del jazz, de Parรญs y Buenos Aires. Porque nos llevรณ de la Galerรญa Gรผemes de la calle Florida directo y sin escalas a la Galerie Vivienne en el 4 de la Rue des Petits Champs de Parรญs. Porque nos guiรณ a encontrar a la escurridiza Maga en el Pont des Arts.
Julio habรญa llegado a aquella ciudad maravillosa, refugio de tantas mujeres y tantos hombres talentosos del mundo, en 1951, enojado con aquellas torpezas graves del peronismo, como la que habรญa convertido a Borges en inspector de aves de corral. Aquel muchacho que habรญa estudiado en el Mariano Acosta y habรญa sido profesor en Chivilcoy y Mendoza tenรญa 37 aรฑos y la vida por delante. Se alojรณ en la Maison Argentine de la Citรฉ, en la habitaciรณn 40 de aquella residencia universitaria. Luego deambularรญa por diversos departamentos junto a su compaรฑera, Aurora Bernรกrdez. Allรญ, pero sobre todo en el Cafรฉ Old Navy, ubicado aรบn hoy en el 150 del histรณrico Boulevard de Saint-German y en algรบn rincรณn de la Biblioteca del Arsenal de la rue Sully, naciรณ desde su Olivetti nada menos que Rayuela el 28 de junio de 1963, un libro destinado a revolucionar la literatura universal, un hermoso puente entre Parรญs y Buenos Aires, entre el amor y el desamor. Se ganaba la vida como traductor de la Unesco, y compartรญa veladas y sueรฑos con amigos latinoamericanos, recorriendo los bares de jazz y las noches mรกgicas del Olympia, donde escuchรณ a su querido Charlie Parker y a Miles Davis, entre otros tantos. Un aรฑo antes habรญa publicado su maravilloso Historias de cronopios y famas, un homenaje al surrealismo, con un toque muy argento, tremendamente nuestro que se aprecia y se agradece en โConducta en los veloriosโ o โCorreos y telecomunicacionesโ. Nunca dejรณ de hablar de nosotros e invitarnos a encontrarnos o a encontrar a alguien que anda por ahรญ, en sus relatos. Allรญ estรกn los viajes en colectivo, la infancia, los hospitales, los cementerios, los parentescos, las casas familiares, las oficinas, los rings de box, los amores imposibles y los otros, la Facultad de Filosofรญa y Letras, los profesores, los alumnos, las tรญas, los bares, las utopรญas y las realidades cotidianas.
ยฟEncontrarรญamos a Julio? ยฟDรณnde? ยฟEn aquel viaje hacia la nada que comienza en la confiterรญa London, de avenida de Mayo y Florida? ยฟEn aquellas colecciones de cosas insรณlitas y de denuncias de la infamia universal que recopilรณ en รltimo round y La vuelta al dรญa en 80 mundos? ยฟEn aquellos maravillosos cuentos de Bestiario, Final del juego, Las armas secretas, Todos los fuegos el fuego, Octaedro, Alguien que anda por ahรญ, Queremos tanto a Glenda y Deshoras? ยฟO en el viajero feliz y curioso junto a su amada Carol de Los autonautas de la cosmopista?
Su รบltimo viaje fue a su querida Argentina poco despuรฉs de la asunciรณn de Raรบl Alfonsรญn. Dio varias entrevistas e intentรณ reunirse con el flamante presidente democrรกtico. La burocracia โo vaya a saber quiรฉnโ se lo impidiรณ.
Regresรณ a Francia a morir en su querida Parรญs el 13 de febrero de 1984. Su tumba en el cementerio de Montparnasse es una de las mรกs visitadas. Su lรกpida, siempre con flores rojas y libros, nos tranquiliza. No estรก solo, lo acompaรฑan en este viaje dos de sus amores, su รบltima pareja, Carol Dunlop, y la primera, Aurora Bernรกrdez. No figura en el mรกrmol, pero seguro, no hay dudas, la Maga, cada tanto, se da una vuelta por ahรญ.