¿Qué es lo que une cada nota de la revista? ¿Cuál es el hilo rojo que enhebra sus historias?
Cuando pensamos cada edición, dibujamos un mapa aproximado –como los antiguos mapas de los navegantes– con los destinos que nos gustaría visitar y con los protagonistas que imaginamos pueden timonear una tormenta. Sabemos, en esas circunstancias, que nada permanecerá igual a lo planificado. Con el correr de los días, habrá que medir, retocar, volver a ajustar y finalmente dejar que las corrientes hagan lo suyo.
Pero –vuelvo a preguntarme– ¿qué extraño azar finalmente termina uniendo a los personajes? La respuesta siempre estará al final del recorrido y no habrá ocasión en la que el resultado no vuelva a sorprenderme.
“Estoy rematadamente loco”, nos dice un Luis Novaresio eufórico con el lanzamiento de su nueva novela. “Rematadamente loco porque se supone que yo tendría que escribir algo parecido a un ensayo o un análisis de la realidad”, agrega. “Pero desde que tengo uso de razón, quería hacer esto”, afirma el periodista escritor, el escritor periodista, el niño que ya empezaba a armar historias cuando aprendió los secretos del sujeto, el verbo y el predicado.
“Para mí, actuar es una fiesta”, nos dice Violeta Urtizberea desde la tapa de esta edición, que la tuvo a ella como norte desde que empezamos a pensarla. “Yo quiero ser actriz y nada más”, acota como para que no queden dudas sobre lo único que quiere ser y hacer. No perdió la emoción, se divierte, se entusiasma, mantiene la sensación “de las primeras veces”.
Doy vuelta las páginas. ¿Será el disfrute lo que las recorre?, ¿el deseo?, ¿la certeza de las convicciones que fluyen sin ser una carga?, ¿será que está próximo el verano y el recuerdo de los momentos felices asociados a esa época del año?
Las preguntas están abiertas también para ustedes.
Que disfruten del viaje.
¡Buena vida!