Ilustraciรณn: Pini Arpino
Estando en Bruselas, San Martรญn recibiรณ la visita de Miguel de la Barra, diplomรกtico chileno acreditado ante la corte de Francia, hermano de un excombatiente del Ejรฉrcito Libertador. San Martรญn se ofreciรณ para acompaรฑarlo a Waterloo, en la provincia de Brabante, a unos 20 kilรณmetros de Bruselas. La excursiรณn serรญa a caballo y… ยฟquiรฉn en su sano juicio podรญa rechazar la invitaciรณn de conocer semejante campo de batalla en compaรฑรญa de un gran estudioso de la vida de Napoleรณn y comprobado estratega? De la Barra cuenta: โCabalgaba el general San Martรญn con gallardรญa demostrando ser un consumado jinete. El cicerone no nos fue necesario, porque este general nos explicรณ el desarrollo de la batalla de un modo tan claro y preciso โal mismo tiempo que muy pintorescoโ que parecรญa que habรญa estudiado mucho de las batallas de Napoleรณn en el terreno mismo. Nos dimos cuenta perfecta del primer ataque y victoria de Bonaparte y enseguida el cambio completo del plan, cuando apareciรณ en escena Blรผcher. Criticรณ el general San Martรญn los movimientos como solo รฉl sabe hacerlo. Era hermoso y emocionante oรญr a este genio militar, explicando sobre el terreno a Napoleรณn. Regresamos al galope en una hermosa tarde de verano, con San Martรญn erguido y silencioso, a la cabeza. Parecรญa que el recuerdo de sus victorias embargaba por completo al gran expatriadoโ. 1
Su vida austera y la ayuda de algunos amigos le permitieron sobrellevar las penurias. Caminaba todos los dรญas hasta la Sociedad de Comercio, a la cual se habรญa abonado para almorzar y cenar por un mรณdico precio.
El 25 de agosto de 1830 se produjo la revoluciรณn liberal que proclamรณ la independencia de Bรฉlgica. Hay una versiรณn que indica que algunos โhermanosโ belgas, encabezados por el burgomaestre de Bruselas, barรณn de Wellens, le propusieron que prestase sus servicios a la causa y se pusiese al frente de las tropas revolucionarias. El general habrรญa agradecido la deferencia mientras decidรญa salir del paรญs, rumbo a Francia, donde estaba su hermano Justo Rufino y con quien para entonces ya tenรญa una excelente relaciรณn. Temรญa por su hija Mercedes, que con sus 14 aรฑos reciรฉn cumplidos y salida del colegio de monjas lo acompaรฑarรญa de ese momento en adelante.
Una vez en la capital francesa, alquilรณ un departamento en la Rue de Provence, cerca de la รpera de Parรญs, lugar del que serรญa asiduo visitante gracias a su amistad con Alejandro Aguado, uno de los banqueros mรกs ricos de Europa y empresario del cรฉlebre teatro. Gracias a su nuevo amigo, San Martรญn pudo conocer a Vรญctor Hugo, Lamartine, Delacroix, Balzac y el cรฉlebre mรบsico italiano Gioacchino Rossini, compositor de El barbero de Sevilla, Otelo y Guillermo Tell, entre otras cรฉlebres รณperas, y quien compuso y estrenรณ en casa de Aguado una opereta para el bautismo de su segundo hijo, Olimpio Clemente, en una fastuosa celebraciรณn con unos 3000 invitados 2.
ย 1Carlos Alberto Guzmรกn, San Martรญn 1824-1850, Cรญrculo Militar, Buenos Aires, 1993, pรกg. 72, citado por Martha Neumann de Bartlett, Josรฉ de San Martรญn, su propio destierro, Moglia Ediciones, Corrientes, 2012.