En LโOiseau Bleu, Niza, el 16 de abril de 1931, se producirรญa el encuentro de Carlitos Gardel y Carlitos (โCharlieโ para los anglohablantes, โCharlotโ para los franceses) Chaplin, quien ese dรญa celebraba su cumpleaรฑos.
El actor y director habรญa tenido unos primeros meses agitados, con el estreno de Luces de la ciudad, por Nueva York, Londres, Berlรญn, Viena y Parรญs. Para descansar fue a Niza, donde se encontrรณ con su amigo Frank Jay Gould, dueรฑo del hotel y casino Majestic. Sadie Baron-Wakefield organizรณ una pequeรฑa reuniรณn con unas cuarenta personas. Entre los invitados estaba Gardel, quien cantรณ para agasajarlo.
En una carta a su madre, comentaba Carlitos Gardel: โLe alegrarรก saber que ayer me han presentado a Charlie Chaplin; es un hombre bajito, muy simpรกtico, y es casi completamente igual al Charlot que nos hacรญa reรญr hasta hace poco en el cine de la calle Anchorena. Me vino a saludar al hotel, y le cantรฉ varias canciones. Se emocionรณ mucho cuando le tradujeron los versos de Betinotti, โPobre mi madre queridaโ. Tal vez se dio cuenta de que esos versos me salรญan de lo mรกs hondo del corazรณn, recordรกndola a ustedโ1.
No llegaron a verse nunca mรกs. A poco de conocer la muerte de su amigo, un Chaplin muy apenado hizo una declaraciรณn a la cronista cinematogrรกfica Regina Crewe, del New York American. Dirรญa el otro Carlitos sobre el nuestro:
โConocรญ al gran cantante en Niza hace mรกs o menos cuatro aรฑosโฆ [โฆ] Fue en marzo del aรฑo 1931. Encontrรกndome en el Palais de la Mediterranรฉe. Un amigo comรบn nos puso en comunicaciรณn. Otros rioplatenses se encontraban tambiรฉn allรญ, creo que la orquesta de Julio De Caro. En una reuniรณn รญntima, Gardel comenzรณ a cantar y me impresionรณ hondamente. Tenรญa un don superior al de su voz y su figura, tenรญa una enorme simpatรญa personal que le ganaba de inmediato el afecto de todos. Tan honda era la simpatรญa que me inspiraba que recuerdo perfectamente bien que llegamos hasta las primeras luces de la madrugada, en una noche de alegrรญa que difรญcilmente vuelva a repetirse. Durante nuestra entrevista le preguntรฉ con verdadero interรฉs quรฉ se decรญa de mรญ en aquellos paรญses. Gardel me contestรณ con esa rapidez que era tan suya y tan caracterรญstica: โVos te tenรฉs en el bolsillo a todos los criollosโ. No comprendรญ bien y me lo hice traducir en francรฉs. Por cierto que la frase me gustรณ enormemente cuando comprendรญ su significado. Pronostiquรฉ a Gardel un triunfo categรณrico y le aconsejรฉ que se dedicara al cine. Me informรณ que habรญa hecho alguna tentativa y que no estaba satisfecho de los resultados que su figura habรญa producido en la pantalla. โCon todo โme dijoโ voy a intentar de nuevo. Tengo una proposiciรณn de la Paramount para filmar en Joinville y voy a hacer la pruebaโ. Supe despuรฉs del รฉxito que habรญa logrado en su primera producciรณn seria (โฆ). Le insinuรฉ que cuidara los argumentos de sus pelรญculas y que mantuviera siempre esa lรญnea de galรกn cantante que le habrรญa de deparar hermosos triunfos. Digan ustedes al pรบblico que con Gardel pierdo a uno de mis mรกs simpรกticos amigos, que los paรญses sudamericanos no tenรญan mejor representante que รฉl entre nosotros. En cuanto al arte cinematogrรกfico, se le ha sustraรญdo un cantante destinado a constituir una de las figuras cumbre de la cinematografรญaโ2.
Notas:
1 Citado por Del Greco, Carlos Gardel y los autores de sus canciones, Buenos Aires, Akian, 1990, pรกg. 50.2 Regina Crewe, New York American, traducido en El Diario de Montevideo, junio de 1935.