¿En qué punto del cuerpo residen las emociones? ¿En qué preciso momento se activa eso que nos une inexorablemente a la condición humana?
Las emociones, esas cuerdas que vibran hasta lograr el sonido perfecto de la alegría o su contracara, del miedo, la ira o la sorpresa, esas cuerdas son las que saben tocar los verdaderos artistas.
Causar emociones es lo que Gaspar Offenhenden, nuestro pequeño gran personaje de tapa, ha logrado al interpretar a Fito Páez cuando era niño en una de las series más vistas del año.
En los recuerdos de infancia, en un acto escolar, Gaspar encuentra el momento de la revelación. “No me acuerdo qué papel hice ni qué dije, pero era algo gracioso. Miré a todos, escuché un montón de risas y pensé ‘Esto es lo que me gusta’. Es muy lindo causarles distintas emociones a las personas”, nos dijo.
Con 12 años, entre el fin de la niñez y el comienzo de la adolescencia, ve la actuación como un hobby. Los invito a conocer al Gaspar actor, al apasionado del fútbol, al hincha de Ferro que toca la flauta traversa y mira con ojos curiosos un mundo nuevo.
Y si hablamos de cómo los artistas descubrieron que no querían hacer otra cosa que no fuera causar emociones, Liniers, el famoso historietista argentino, tiene una hermosa historia para contarnos. “¿Qué tiene tu historieta?”, le preguntamos al padre de Macanudo. “Lo lindo de la historieta que hago es que mi trabajo no es dibujar bien”, nos confesó, aclarando que si ese “dibujito” está bien hecho, el personaje se separa del autor y existe por sí mismo.
Liniers, un hombre fundamentalmente optimista que dirige una editorial, publica en numerosos diarios del mundo y está presentando un nuevo libro, asegura que dibuja desde muy chico gracias al aburrimiento. Sí, como lo escucharon. Y nos advierte, con preocupación, que estamos en un momento “casi angustiante” donde la gente no sabe aburrirse y en el que educamos a los niños “sin darles esa opción de decir ‘Uy, estoy tan aburrido que voy a tocar la guitarra o escribir una novela’”. Un genio.
Que disfruten todas y cada una de las notas de la revista.
¡Feliz día para todos los chicos!
¡Buena vida!